NACIONES UNIDAS, 17 dic (NNN-UNIS) — A ocho meses de haber estallado la guerra en Sudán, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advirtieron el viernes sobre una “inminente catástrofe de hambre” en el país el próximo año si no logran suministrar regularmente alimentos a las personas atrapadas en puntos conflictivos y apoyar a los agricultores.
En una rueda de prensa en Ginebra, la portavoz del PMA dijo a los periodistas que, aunque la crisis no ha recibido “la atención internacional que merece”, el conflicto ha expuesto a la población sudanesa a la violencia, desplazamientos y sufrimiento, trastornado millones de vidas y empeorando una situación “ya calamitosa”.
Leni Kinzli explicó que la crisis alimentaria se está agravando “a un ritmo alarmante”, como muestra un análisis publicado el viernes por la agencia. “El análisis ha detectado los niveles de hambre más altos jamás registrados durante la actual temporada de cosechas, normalmente un periodo en el que hay más alimentos disponibles. Si no se produce un aumento significativo de la ayuda alimentaria para cuando llegue la temporada de escasez, los focos de conflicto podrían ver surgir el hambre catastrófica, el más alto en la escala”.
El representante adjunto de la FAO en Sudán señaló que la crisis alimentaria se ha visto exacerbada por la escalada de violencia, la baja producción agrícola, los altos precios de los alimentos, las perturbaciones climáticas y los desplazamientos.
Adam Yao especificó que, aunque Sudán posee suficientes tierras y recursos hídricos, el conflicto impide que los agricultores trabajen con normalidad debido a la inseguridad y a la falta de insumos agrícolas y al alza de sus precios.
Según una evaluación de la agencia, se prevé que la producción de los principales cereales básicos, sorgo y mijo, disminuya en un 24% y un 50%, respectivamente, en comparación con la temporada anterior.
La inestabilidad de las lluvias y la propagación de plagas también han contribuido al descenso de la producción.
Leni Kinzli especificó que cerca de 18 millones de personas en todo Sudán se enfrentan al hambre aguda en estos momentos, lo que equivale a más del doble que en la misma época hace un año. Esta cifra también es superior a la proyección inicial de 15 millones realizada en la evaluación anterior de agosto, lo que demuestra lo rápido que está empeorando la situación de la seguridad alimentaria.
“Desde el comienzo del conflicto, el PMA ha proporcionado asistencia vital a más de cinco millones de personas, evitando un deterioro aún mayor de la seguridad alimentaria, especialmente en el este y el norte de Sudán. Sin embargo, esto es sólo un rasguño en la superficie de las inmensas necesidades que estamos viendo sobre el terreno”, añadió.
Cerca de cinco millones de personas se encuentran en situación de inseguridad alimentaria de emergencia (nivel cuatro de los cinco existentes), y más de tres cuartas partes de ellas están acorraladas en zonas donde el acceso de la ayuda humanitaria ha sido intermitente y, en algunas zonas, imposible, debido a los continuos combates, señaló Kinzli.
Adam Yao se refirió al Gran Darfur, el Gran Kordofán y Jartum (especialmente en la zona de las tres ciudades de Jartum, Bahri y Omdurman) como las zonas con mayor inseguridad alimentaria, ya que se trata de los estados afectados por altos niveles de violencia.
Por su parte, Leni Kinzli declaró que el acceso regular y seguro de la ayuda humanitaria a la población civil en las zonas más afectadas por el conflicto ha sido insuficiente. “El PMA ha aprovechado las pausas momentáneas en los combates para hacer llegar ayuda alimentaria a las familias de la zona metropolitana de Jartum, pero sólo ha conseguido llegar a la capital una vez en los últimos tres meses”, dijo.
Desde agosto, convoyes regulares de ayuda alimentaria han viajado de Chad a Darfur occidental y central, proporcionando asistencia alimentaria a medio millón de personas. Sin embargo, la población de otras partes de la región de Darfur no ha recibido ningún tipo de ayuda desde junio, a pesar de los repetidos intentos del PMA por obtener un acceso seguro.
En este contexto, el PMA hizo un llamamiento urgente a todas las partes en conflicto para que hagan una pausa humanitaria y faciliten el acceso para evitar una catástrofe de hambre en la próxima temporada de escasez.
Por su parte, Adam Yao reiteró el compromiso de la FAO con las comunidades rurales sudanesas. “El pueblo sudanés necesita ayuda ahora más que nunca y nuestra actuación inmediata para preservar las vidas y los medios de subsistencia de las comunidades rurales sudanesas es absolutamente crucial”.
“La financiación es esencial, y una acción rápida es nuestro único escudo contra este peligro inminente”, concluyó.
— NNN-UNIS