CARACAS, 3 de abril (NNN-PRENSA LATINA) — El ministro de Salud de Venezuela, Carlos Alvarado, informó el martes que un promedio de 99 contenedores de medicamentos llegarán mensualmente a Venezuela durante este año, gracias a la alianza con Rusia y China.
‘Son medicamentos suficientes para abastecer al sistema de salud siempre y cuando podamos traerlo de manera oportuna’, mediante mecanismos que permitan evadir el bloqueo económico impuesto por Estado Unidos y sus aliados al país sudamericano, explicó el titular.
En declaraciones a Venezolana de Televisión, Alvarado destacó que la derecha nacional e internacional, liderada por Washington, implementa métodos de asfixia financiera, en su intento por impedir la llegada de medicamentos, vacunas y equipos médicos a territorio venezolano.
Al respecto, aseguró que en la nación hay cantidades significativas de vacunas y retrovirales, entre otros fármacos, para cubrir la demanda nacional, llegados por vía aérea mediante los acuerdos de cooperación con las autoridades de chinas, rusas y cubanas.
‘Tenemos algunas compras internacionales aun bloqueadas’, advirtió Alvarado, en referencia al bloqueo de cuentas con más de 16 millones de euros para pagar lotes, ya negociados y comprados, pero no despachados debido a la negativa bancaria internacional de transferir los fondos a los proveedores.
Por otra parte, el ministro sentenció que la contingencia eléctrica y de agua potable tras el golpe terrorista contra el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), fue planificado, ‘absolutamente orquestado’.
Al respecto, comentó que el sector de la salud es un elemento crucial al que va dirigido el ataque de la oposición para intentar justificar la supuesta crisis humanitaria que aseguran existe en el país.
Alvarado recordó que el 10 de enero, durante la juramentación del presidente de la República, Nicolás Maduro, la derecha radical orquestó la quema de un almacén del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), donde se perdieron equipos médicos e insumos de tres meses para los pacientes dependientes de tratamiento de diálisis, entre otros.
El directivo precisó que antes del sabotaje del 7 de marzo contra la central hidroeléctrica Simón Bolívar (Guri), ya grupos delictivos habían afectado varias plantas eléctricas de diversos hospitales, por lo cual se activaron planes especiales para proteger estos equipos.
Durante la primera interrupción del servicio eléctrico, las plantas funcionaron y se evitó la posibilidad de una gran mortandad, sin embargo, ese mismo día se constató que la prensa internacional publicaba la muerte de más de 100 infantes del Hospital Pediátrico de Caracas, aunque era falso, enfatizó Alvarado.
‘De manera que esto fue un ataque muy orquestado, buscando justamente muertos’, consideró el ministro, quien además responsabilizó a la oposición y a la derecha internacional de tales eventos.
— NNN-PRENSA LATINA