TOKIO, 3 de abril (NNN-XINHUA) — El Gobierno japonés aprobó este martes, por primera vez desde que la nueva y polémica legislación sobre seguridad entrase en vigor en 2016, el despliegue en el extranjero de efectivos de las Fuerzas de Autodefensa (SDF, por sus siglas en inglés), que se incorporarán a una fuerza de pacificación multinacional en Egipto.
El gabinete japonés dio luz verde al controvertido plan para enviar, en concreto, a dos miembros de las SDF a la Fuerza Multinacional y Observadores (MFO), que actúa en Egipto como fuerza multinacional de mantenimiento de paz pero no está bajo el mando de la ONU.
Los dos serán enviados el 19 de abril a la península egipcia del Sinaí y permanecerán allí hasta el 30 de noviembre, en el primer despliegue de este tipo desde que entrase en vigor la nueva ley de seguridad en medio del contundente rechazo político, público e internacional.
Se encargarán de facilitar la comunicación y otras tareas de enlace entre las fuerzas israelíes y egipcias, informó el Ejecutivo nipón.
Según han advertido expertos legales y académicos constitucionalistas, la nueva legislación de seguridad, que permite a Japón enviar tropas al extranjero en misiones de pacificación si así lo requieren organizaciones internacionales, vulnera la Constitución pacifista del país.
La luz verde al despliegue de las SDF en Egipto también ha sido interpretada por los críticos como una prueba de fuego ante los planes del primer ministro japonés, Shinzo Abe, de enmendar la carta pacifista por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, para relajar aún más las restricciones sobre las fuerzas japonesas, permitiéndoles aumentar su presencia en ultramar.
Para lograr su objetivo, Abe necesitará asegurarse dos tercios de la mayoría en ambas casas parlamentarias y un grueso de los votos en el referendo público.
No obstante, el aliado de la coalición gobernante del Partido Liberal Democrático (LDP, siglas en inglés), Partido Komeito, se resiste a enmendar la Constitución, cuyo artículo 9 sentencia que Japón debe renunciar para siempre a la guerra y le prohíbe mantener fuerzas armadas con potencial bélico.
La mayor parte del público está también en contra de la controvertida jugada.
Se llevaron adelante protestas y manifestaciones en todo Japón antes, durante y después de que el LDP de Abe “arrollase” los proyectos de ley de seguridad a través de ambas cámaras del Parlamento y se convirtiese en una dudosa ley a nivel constitucional.
— NNN-XINHUA