NACIONES UNIDAS, 28 sep (NNN-UNIS) — La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) hizo este miércoles un llamamiento a los gobiernos de Centroamérica y México para que colaboren a fin de atender las necesidades humanitarias inmediatas de los migrantes, ya que un número sin precedentes de personas transitan por la región.
Además, insta a que trabajen por encontrar soluciones a largo plazo para hacer frente a los factores que impulsan la migración.
“La situación pone de relieve la urgente necesidad de una participación colectiva inmediata de los gobiernos de los países de origen, tránsito y destino para prestar asistencia humanitaria, especialmente a los grupos vulnerables como las mujeres y los niños”, declaró la directora regional de la agencia para América Central, América del Norte y el Caribe, Michele Klein Solomon.
La agencia señala que el Servicio Nacional de Migración de Panamá ha registrado este año un número récord de migrantes que cruzan la selva del Darién desde Colombia. Hasta el 23 de septiembre, más de 390.000 personas habían completado esta ruta. Sólo en agosto cruzaron 82.000 migrantes, la cifra mensual más alta jamás registrada. La mayoría de los migrantes proceden de Venezuela, Ecuador y Haití.
Esta travesía deja a muchos heridos, a veces abandonados en laderas fangosas, arrastrados por crecidas repentinas de los ríos y vulnerables a robos, violencia y abusos sexuales, explicaron los expertos.
Otra tendencia significativa, según los datos disponibles, es el cambio de ruta de los migrantes cubanos y los procedentes de países africanos, que cada vez eligen más llegar a Centroamérica por vía aérea, sorteando el Darién para continuar su viaje hacia el norte.
En este sentido, sólo 4100 migrantes procedentes de África cruzaron el Darién entre enero y julio de 2023, un 65% menos que en el mismo periodo de 2022. Por el contrario, Honduras experimentó un asombroso aumento del 553% en las llegadas procedentes de naciones africanas hasta alcanzar las 19.412 personas a través de su frontera sur. Del mismo modo, sólo se registraron 524 cubanos en el Darién durante este período, en contraste con los 17.157 registrados que llegaron por tierra a Honduras.
A pesar de todo, las personas que transitan por Centroamérica y México se enfrentan a numerosos retos. En los países de la ruta, las familias sin recursos pasan hambre, duermen en la calle y se ven obligadas a mendigar. Muchas sufren problemas de salud como diarrea y deshidratación.
En toda Colombia, América Central y México, la agencia vigila los movimientos y suministra información y asistencia para salvar vidas. Proporciona artículos de higiene, alimentos, servicios de protección y atención sanitaria. También presta asistencia en operaciones de retorno voluntario, apoyo en infraestructuras y refugios, y lleva a cabo campañas de comunicación para contrarrestar la información falsa y alertar a los migrantes sobre los peligros asociados a la migración irregular.
A pesar de los esfuerzos de los países de tránsito, las agencias de la ONU y las organizaciones humanitarias, la capacidad para ofrecer ayuda vital es escasa.
La agencia recuerda que los factores que impulsan la migración son complejos y van desde los económicos y sociales hasta los medioambientales y políticos.
Muchos de estos desencadenantes se han visto intensificados por las repercusiones socioeconómicas de la pandemia COVID-19, los recientes fenómenos meteorológicos extremos y los disturbios políticos en los países de origen. El fenómeno climático previsto de El Niño amenaza con exacerbar aún más las condiciones, lo que podría incitar a más personas a tomar la decisión de desplazarse, señalan los expertos.
En este sentido, el director regional para América del Sur afirmó que “los retos que plantea la migración son demasiado amplios para que cualquier nación de las Américas pueda afrontarlos por sí sola”.
“Conforme al mandato del Pacto Mundial sobre Migración, la OIM aboga por una estrategia regional integral y colaborativa y reafirma su apoyo inquebrantable a las iniciativas que defienden los deberes humanitarios internacionales, los objetivos de desarrollo sostenible y los derechos humanos fundamentales de las personas en movimiento”, añadió Marcelo Pisani.
— NNN-UNIS