NACIONES UNIDAS, 7 sep (NNN-UNIS) — En América Latina y el Caribe los niños migran en números récord, desplazándose principalmente a lo largo de tres rutas: la selva del Darién entre Colombia y Panamá, la migración hacia el exterior desde América del Sur, y en puntos de tránsito clave en el norte de Centroamérica y México, informó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
La proporción de niños en situación de movilidad en la región alcanza al 25% de los migrantes, la tasa más alta a nivel mundial -la media es del 13%-, señaló UNICEF en una alerta publicada el miércoles que menciona la violencia, la inestabilidad y el cambio climático como los máximos detonadores de estos desplazamientos de población.
Esos factores se van apoderando de la región, cambiando de forma dramática la naturaleza de la migración en la última década.
UNICEF destacó que en los peligrosos viajes en los que se embarcan los migrantes se observa a niños cada vez más pequeños, detallando que el 91% de ellos son menores de once años en algunos puntos de tránsito.
“Cada vez hay más niños en movimiento, de edades cada vez más tempranas, a menudo solos y de diversos países de origen, incluso de lugares tan lejanos como África y Asia”, dijo el director de UNICEF para América Latina y el Caribe.
Garry Conille advirtió que cuando los niños cruzan varios países y, a veces, toda la región, pueden sufrir enfermedades y lesiones, separación familiar y abusos.
En este sentido, el organismo afirmó que los riesgos físicos a lo largo de las rutas migratorias irregulares son innumerables, especialmente para los niños, que a menudo atraviesan selvas, ríos, vías férreas y carreteras, arriesgando su integridad, al margen de que pueden convertirse en víctimas de violencia, explotación y otros atropellos graves.
— NNN-UNIS