PUERTO PRÍNCIPE, 9 ago (NNN-CUBADEBATE) – El pasado lunes, miles de haitianos salieron a las calles de Puerto Príncipe para manifestarse contra la violencia de las pandillas y lo que consideran un supuesto silencio cómplice por parte del Consejo Superior de la Policía Nacional. Sin embargo, su protesta fue dispersada con gases lacrimógenos cuando intentaron llegar a la residencia del primer ministro, Ariel Henry.
La situación en Carrefour-Feuilles, al sur de la capital, ha sido especialmente difícil, ya que los residentes han sufrido intensos ataques por parte de bandas armadas que buscan controlar la zona. Como resultado, muchos habitantes se han visto obligados a abandonar sus hogares en busca de seguridad.
A pesar de los obstáculos y la represión, los manifestantes han mostrado una determinación inquebrantable para resistir a estas pandillas, responsables de varios asesinatos y que siembran el terror entre la población.
En las últimas semanas, se ha observado un aumento en las acciones de las bandas, luego de un período de aparente tregua tras la operación Bwa Kale, lanzada el 24 de abril de 2023. Esta operación fue llevada a cabo por la población en respuesta a los intentos de los delincuentes de establecerse en ciertas zonas de la capital.
Los manifestantes han llamado a las autoridades a asumir sus responsabilidades y tomar medidas concretas para restablecer la paz en el país. La violencia de las pandillas ha generado un clima de temor y ha afectado gravemente la vida diaria de los haitianos.
La manifestación del lunes refleja la frustración y la necesidad urgente de abordar el problema de la violencia y la inseguridad en Haití. Los haitianos exigen acciones concretas para proteger a la población y garantizar un futuro pacífico para el país.
— NNN-CUBADEBATE