KUALA LUMPUR, 21 jul (NNN-BERNAMA) — primer ministro de Malasia, Datuk Seri Anwar Ibrahim, aplaudió hoy la resolución del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (UNHRC, por sus siglas en inglés) la semana pasada tras el incidente de la quema del Corán fuera de la mezquita central de Estocolmo durante la celebración de Aidiladha.
El CDHNU adoptó la resolución sobre “contrarrestar el odio religioso que constituye incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia” el 12 de julio y entre los 47 miembros del consejo, 28 estados miembros votaron a favor de la resolución, incluida Malasia, 12 en contra y siete se abstuvieron.
Sin embargo, Anwar dijo que era desafortunado que por cada paso progresivo dado contra la islamofobia, se encienda un fuego de odio entre aquellos que ocultan sus actos atroces detrás de las máscaras de la libertad de expresión, como lo demuestran los estados miembros disidentes.
“Si bien el CDHNU se ha opuesto valientemente a este odio, espero que los disidentes reflexionen sobre su elección, haciendo todo lo posible para garantizar que sus acciones y palabras no cometan un perjuicio, una injusticia, contra el noble cuerpo al que sirven o los derechos humanos que defienden”, dijo hoy en un comunicado.
Dijo que el vergonzoso uso de la libertad de expresión como escudo la deja vulnerable al abuso para justificar el odio y la crueldad en lugar de oponerse a la tiranía.
“En la medida en que rechazamos los extremos del totalitarismo, una noción extremista de la libertad es igualmente perjudicial para la sociedad, lo que podría conducir a más violaciones de los derechos a la vida y la seguridad de los demás”, dijo.
Mientras tanto, Anwar felicitó al gobierno sueco por adoptar una posición firme contra la islamofobia y esperaba ver a la policía sueca hacerse eco de esta postura mientras lleva a cabo su investigación.
El primer ministro dijo que la islamofobia es un veneno que amenaza a las naciones occidentales tanto como a los musulmanes en cualquier país en el que residan.
“Es una contradicción, junto con todos los odios ilógicos y la xenofobia, a los objetivos mismos de nuestra sociedad humana compartida.
“No podemos resolver estos problemas quemando y profanando los libros de los demás, sino leyéndolos y dialogando”, dijo.
— NNN-BERNAMA
