TEGUCIGALPA, 28 jun (NNN-TELESUR) — La llamada Policía Militar de Honduras inició el lunes el control de todas las cárceles del país centroamericano, confirmaron medios locales y las autoridades nacionales.
De esta manera inició la operación denominada “Fe y Esperanza”, ordenada por la presidenta Xiomara Castro luego de la matanza de 46 mujeres hace una semana en el Centro Femenino de Adaptación Social (Cefas), cercano a Tegucigalpa, la capital.
La intervención comenzó en la Penitenciaría Nacional, de Támara, unos 20 kilómetros de Tegucigalpa, donde centenares de policías se tomaron un módulo de presos miembros de la pandilla conocida como “Mara-18”, a quienes llevaron un patio de la prisión esposados, con las manos hacia atrás, en pantalón corto, descalzos y sin camisa.
El comandante de la Policía Militar, Ramiro Muñoz, dijo a los periodistas que en el primer módulo de la M-18 intervenido fueron hallados fusiles, pistolas, cargadores, municiones, teléfonos móviles y otros pertrechos.
En ese sentido, apuntó que es de suponer que si en el primer módulo fue hallado un arsenal, también hay más armas en los otros módulos controlados por las pandillas “M-18” y la “M-S” (“Mara Salvatrucha”).
La Policía Militar intervino de manera simultánea la cárcel de mujeres Cefas y la de Morocelí, en el departamento de El Paraíso, en el oriente del país, considerada de “máxima seguridad”, aunque en su interior han sido asesinados varios reclusos.
Por su parte, el portavoz de las Fuerzas Armadas, capitán Antonio Coello, informó que además del sobrepoblado penal de Támara, donde se encuentran hacinados unos 4.200 reos en una estructura con una capacidad para alojar 2.500, también fue asegurado el penal de alta seguridad La Tolva, a unos 65 kilómetros al este de la capital y con 1.963 reos.
El Centro de Adaptación Social Femenino, que fue escenario de la muerte de las 46 mujeres, fue tomado de igual forma el lunes por las autoridades y “se encontraron armas”, dijo Coello a medios locales.
— NNN-TELESUR