WELLINGTON, 24 de marzo (NNN-TELESUR) — En toda Nueva Zelanda -país habitado por 4.500.000 de personas-, las actividades se interrumpieron durante dos minutos el viernes, para recordar el atentado ocurrido el 15 de marzo de 2019, y en el que fueron asesinadas 50 personas.
A las 13H30 (hora local), y después del llamado radial y televisivo a la oración en apoyo a la comunidad musulmana, que incluyó un sermón en inglés y en árabe, Nueva Zelanda mantuvo dos minutos de silencio -uno más que el habitual, en señal de profundo dolor- en memoria de las víctimas del masivo crimen de odio perpetrado el viernes 15 de marzo contra dos mezquitas musulmanas por parte de un ciudadano australiano.
“Todos somos uno” y “Nueva Zelanda sufre con ustedes” aseveró la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, durante el momento de reflexión nacional.
Australia, país del que es oriundo el autor del crimen, se plegó al duelo. Miles de australianos detuvieron las calles a la hora en que ocurrió el múltiple homicidio, en señal de respeto por las víctimas neozelandesas.
El Imán de la mezquita Al Noor de Nueva Zelanda, Gamal Fouda, dijo que el terrorista que cometió la masacre quiso romper la nación con una ideología malvada pero que, por el contrario, hizo irrompible al país.
Por su parte, el canciller neozelandés, Winston Peters, acudió a una reunión de emergencia convocada en Estambul, Turquía, por la Organización de Cooperación Islámica. Allí, el político se comprometió a que las comunidades islámicas volverán a estar seguras en su país, como sucedía antes del ataque.
Sin importar su origen o religión muchas mujeres, entre ellas la propia Arden, portaron velos en solidaridad con las mujeres musulmanas que participaron en la ceremonia.
La policía del país informó que, voluntariamente, más de mil neozelandeses se presentaron para entregar las armas que tenían en su poder luego que, tras la masacre, Nueva Zelanda modificara la política de tenencia de armas.
Entre tanto, estudiantes neozelandeses realizaron la coreografía del Haka, danza guerrera maorí, a modo de homenaje y como símbolo de protección a la comunidad musulmana que reside en Nueva Zelanda.
En términos generales, se han seguido las indicaciones de Arden de no mencionar del terrorista responsable, para que este no triunfe en uno de sus principales propósitos: ganar notoriedad con su crimen.
— NNN-TELESUR