NACIONES UNIDAS, 15 abr (NNN-TELESUR) — Recientemente en el estado de Río Grande del Sur, ubicado en el extremo meridional de la región sur de Brasil, se realizaron diversas denuncias por trabajo análogo a la esclavitud y en 2022 se reportaron 1.973 denuncias de trabajadores en dichas condiciones, la peor cifra reportada en 11 años.
Esta es la realidad en muchos países y trasciende a América Latina. Pero aún es más penosa cuando los informes de la OIT confirman que en los últimos cuatro años, 8,4 millones de niños se sumaron a los menores que ya trabajaban y advirtió que millones más están en riesgo de seguirlos como consecuencia de la crisis generada por la COVID-19.
En el mundo 218 millones de niños entre 5 y 17 años están siendo sometidos a la producción económica, y, entre ellos, 152 millones son víctimas de trabajo infantil. Asimismo, que uno de cada cinco niños en África está en situación de trabajo infantil.
El sector agrícola representa el 70 por ciento de los niños en situación de trabajo infantil, lo que representa 112 millones, seguido por el rubro de los servicios con un 20 por ciento (31,4 millones).
Ahora, el trabajo infantil también deriva en explotación. De acuerdo con la plataforma Educo la explotación infantil no solo tiene la forma de trabajo infantil, sino que también el matrimonio forzoso se considera explotación infantil.
La mayor parte de las víctimas de matrimonios forzosos son niñas, obligadas a casarse con hombres y este tipo de matrimonio ha sido calificado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como un tipo de esclavitud moderna.
Asimismo, la trata de niños es considerada explotación infantil.
La explotación infantil tiene disímiles consecuencias. Entre ellas la pérdida de la vida de niñas y niños.
Además, las violaciones continuas a una vida digna, la perpetuación de la pobreza que junto al sistema capitalista es una de las causas de la explotación infantil.
Los niños se ven obligados a abandonar los sistemas educativos, sufren problemas graves de salud física y mental, afectando también el desarrollo de su personalidad.
— NNN-TELESUR