PARÍS, 23 ene (NNN-TELESUR) — El Gobierno francés presentó el lunes la polémica reforma de pensiones que pretende aumentar la edad de jubilación para los trabajadores de ese país, la cual ha provocado protestas masivas durante la última semana en toda la nación europea.
El Gobierno de Emmanuel Macron no ha cedido, sin embargo, en las principales demandas de los sindicatos, quienes por su parte pretenden ampliar aún más la movilización que ya paralizó el país la semana pasada.
El aplazamiento de la edad legal de jubilación de los 62 a los 64 años, medida emblemática de la reforma, es rechazado por los sindicatos, por unanimidad, así como por la mayor parte de la oposición y, según las encuestas, una gran mayoría de los franceses.
El jefe de Estado, que dijo el domingo que ya había mostrado lo que llamó “apertura” al programa para su segundo mandato que inicialmente preveía una edad de jubilación de 65 años, se negó a decir con claridad que mantendrá la edad de 64.
Tras una primera jornada de acción multitudinaria, que reunió el pasado jueves entre uno y dos millones de personas en las calles, siguió una manifestación juvenil el sábado, y antes de la próxima jornada de huelgas y manifestaciones prevista para el 31 de enero.
La opción sin precedentes del ejecutivo de recurrir al artículo 47.1 de la Constitución para adoptar rápidamente el texto también ha incomodado a numerosos diputados, así como a los propios sindicatos, pues vulnera la discusión parlamentaria.
El pleno de la Asamblea Nacional (cámara baja) comenzará a debatir el proyecto de ley a partir del 6 de febrero, antes de su llegada al Senado (cámara alta). Los partidos de izquierda y la oposición de extrema derecha ya anunciaron que votarán en contra.
— NNN-TELESUR