RAMALA, 27 dic (NNN-HISPANTV) — En un comunicado, la Comisión Palestina de Asuntos de Detenidos y Exdetenidos indicó el lunes que las autoridades israelíes recurren al arresto domiciliario, impuesto principalmente contra niños y jóvenes menores de catorce años en el este de Al-Quds (Jerusalén), como una forma de castigo porque la ley israelí no permite dicho encarcelamiento, recoge la agencia de noticias oficial, WAFA.
Como resultado, los tribunales ordenan arresto domiciliario, tiempo en que se examina el expediente del menor, se sigue el proceso judicial y se llega a una sentencia, la cual puede demorar algunos días, un año o más, sin que este período sea incluido para descontarlo de la condena.
El niño debe usar un brazalete electrónico de seguimiento y no se le permitirá ir a la escuela o incluso a una clínica sin estar acompañado por un supervisor.
Según estadísticas oficiales, hubo más de 600 casos de arresto domiciliario para niños durante 2022 desglosados en dos tipos: el primero, el niño permanece en su hogar todo el período especificado, según la decisión del tribunal hasta que se resuelve su caso. Los padres a menudo se ven obligados a vender propiedades o usar sus ahorros para depositar grandes sumas de dinero en la tesorería del tribunal para garantizar la implementación de las condiciones para la liberación de su hijo.
La segunda, que es la más difícil, consiste en sacar al niño de la casa de su familia y obligarlo a quedarse en una casa fuera de su ciudad, lo que se aplica ahora a cuatro menores de 18 años de la ciudad ocupada Al-Quds. Dos fueron obligados a quedarse en prisión en la ciudad de Ramle, y dos en otras ciudades, paso que dispersa a la familia y aumenta su carga económica porque se ve obligada a alquilar una casa lejos de su hogar.
La comisión ha denunciado que el arresto domiciliario deja efectos psicológicos difíciles en los niños y sus familias, quienes deben vigilar a su hijo en todo momento y evitar que salga, en cumplimiento de las condiciones de libertad impuestas por los tribunales.
El arresto domiciliario también priva a los niños de su derecho a la educación y crea una sensación constante de ansiedad, miedo y privación, lo que provoca en el niño un estado de inestabilidad psicológica, en ocasiones micción involuntaria y nerviosismo excesivo.
— NNN-HISPANTV