NACIONES UNIDAS, 28 oct (NNN-UNIS) — Los haitianos se están uniendo para hacer frente al reciente brote de cólera, según ha comprobado la máxima representante de la ONU allí, la coordinadora residente Ulrika Richardson, tras visitar varios centros de tratamiento de la enfermedad en la capital haitiana, Puerto Príncipe, donde se reunió con el personal médico y algunos pacientes. En este artículo para Noticias ONU nos deja las impresiones de lo que vio.
“He visitado varios centros de tratamiento del cólera en los barrios más afectados de Puerto Príncipe y he visto escenas desgarradoras: niños que estaban tan desnutridos que era difícil introducirles un catéter en los brazos o las piernas; adultos que estaban claramente muy enfermos.
Lo que me impresionó de inmediato fue el intenso olor a cloro desinfectante, que se utiliza para esterilizar el entorno inmediato, lo que es claramente una señal que el centro está bien dirigido por profesionales sanitarios que saben cómo prevenir y tratar la enfermedad. Vi al personal limpiar continuamente el suelo y las superficies para asegurarse de que la bacteria del cólera no pueda propagarse más.
Me impresionó y conmovió profundamente el compromiso y la dedicación de los trabajadores sanitarios. He conocido a muchas personas inspiradoras que encarnan con alto profesionalismo y han demostrado humanidad y enorme empatía con los pacientes en tratamiento. Muchos me han dicho que los haitianos se están uniendo para superar este difícil momento.
Hasta hace unos días, el aumento de los casos de cólera había sido gradual, pero ahora estamos viendo un aumento preocupante, por lo que la situación se ha vuelto más difícil.
Es importante recordar que, aunque el cólera puede ser mortal, es prevenible y tratable. La rapidez es esencial para contener un brote y salvar vidas. Creo que la respuesta de la sanidad pública de las autoridades haitianas y de las ONG locales e internacionales, con el apoyo de la ONU, fue inmediata y decisiva, a pesar de la escasez de agua potable y de combustible que es necesario para suministrar energía a las instalaciones sanitarias y permitir que el personal pueda trabajar.
Se crearon rápidamente centros de tratamiento del cólera para atender a los enfermos. Los haitianos ya han vivido el cólera antes, por lo que hay conocimientos y experiencia que son muy valiosos actualmente para evitar que el brote se salga de las manos.
Los mensajes de salud pública del Ministerio de Salud en la radio y a través de mensajes de texto, que la ONU apoya, subrayan la importancia de las medidas preventivas como el lavado de manos y la desinfección.
La imposibilidad de que la gente se mueva libremente, especialmente en la capital, Puerto Príncipe, debido a la situación de inseguridad imperante y a la falta de combustible, también puede haber contribuido a contener la propagación, aunque esta inseguridad también ha complicado la respuesta al cólera.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha apoyado a nuestros socios para abrir 13 centros de tratamiento del cólera. También se están estableciendo puntos de rehidratación oral, especialmente en las comunidades de difícil acceso, para tratar los casos más leves y remitir a otros a los centros de hospitalización, y se ha prestado asistencia para formar a 300 trabajadores sanitarios comunitarios. Estos trabajadores son cruciales, ya que hay muchas comunidades que están aisladas debido a la violencia de las bandas armadas.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) están apoyando a las autoridades haitianas y a las organizaciones aliadas con cloro, tabletas para purificar el agua, kits de higiene y suministros médicos como sales de rehidratación oral. UNICEF, a través de sus socios, también está desplegando clínicas móviles de salud en Cité Soleil, el barrio más afectado de la capital.
La situación humanitaria en Haití es desesperada para muchos y el cólera es sólo uno de los desafíos más urgentes. El aumento del hambre al que se enfrentan demasiados haitianos es otra de las grandes preocupaciones a las que hay que hacer frente. El Programa Mundial de Alimentos ha reanudado su distribución de alimentos dentro de Cité Soleil, llegando a más de 5.500 personas vulnerables desde mediados de octubre.
— NNN-UNIS