NACIONES UNIDAS, 7 marzo (NNN-PRENSA LATINA) — El creciente conflicto y la inseguridad aceleran los desplazamientos forzados en el Sahel, donde millones de personas se recuperan de una crisis alimentaria, advirtió el miércoles el portavoz del secretario general de ONU, Stéphane Dujarric.
Por ello, un equipo de ayuda humanitaria de Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales sobre el terreno hacen sonar la alarma, dijo el vocero a la prensa acreditada en la sede del organismo multilateral en Nueva York.
En tanto, la coordinadora adjunta de ayuda de emergencia de la ONU, Ursula Mueller, quien volvió recientemente de una misión de trabajo en Burkina Faso, advirtió también sobre la creciente inseguridad en el Sahel, lo cual genera un deterioro de la situación humanitaria.
Para satisfacer las crecientes necesidades, hacen falta más esfuerzos y urge mayor compromiso de la comunidad internacional, apuntó.
Alrededor de 4,2 millones de personas están desplazadas en la zona del Sahel, y esto representa un millón más que en 2018, según cifras de la ONU.
Ello se debe en gran medida a la escalada de la violencia armada en partes de Mali, a través de la Cuenca del Lago Chad y la región de Liptako-Gourma, que es la frontera entre Burkina Faso, Mali y Níger.
Tras la crisis alimentaria y nutricional de 2018, los expertos vaticinan que debido a la temporada de escasez de este año (de junio a agosto) padecerán hambre unas 9,5 millones de personas en el Sahel, incluidos 4,4 millones en la Cuenca del Lago Chad.
Conocida como el cinturón del hambre, la zona del Sahel tiene cuatro millones de kilómetros cuadrados y abarca a Burkina Faso, el sur de Mauritania, Senegal, Mali, Níger, el norte de Nigeria y Camerún, así como Chad, Sudán y Eritrea.
Además, esa área enfrenta no solo varios conflictos internos, sino que padece también por el accionar de agrupaciones extremistas como Boko Haram.
— NNN-PRENSA LATINA
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