WASHINGTON, 27 sep (NNN-UNIS) — La Organización Panamericana de la Salud (OPS) celebra desde el partir del lunes y hasta el 30 de septiembre la trigésima edición de su conferencia sanitaria para analizar las enseñanzas de la pandemia y buscar acuerdos que ayuden a todos los países del continente a mejorar la situación en la esfera de la sanidad.
En la reunión de alto nivel participan, entre otros líderes, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, quien destacó que sólo invirtiendo en salud pública desde un enfoque de derechos y con perspectiva de género, se podrá reducir la dependencia y vulnerabilidad de la región y se tendrá una mejor preparación frente a los futuros desafíos globales.
“Quiero subrayar dos cosas que nos dejó la pandemia: la primera es la importancia de priorizar la salud y la segunda es que, de las crisis, como de cualquier emergencia, nadie se salva solo”, dijo Alberto Fernández en un mensaje de video, subrayando la cooperación sanitaria que existe en la región.
La directora de la OPS, por su parte, sonó la alarma con respecto a la interrupción de los servicios sanitarios derivados de la pandemia, que causaron un retroceso de 30 años en la inmunización infantil.
Al igual que otros oradores de esta primera jornada del cónclave que hicieron hincapié en las lecciones de la COVID-19 y en la solidaridad para forjar el futuro de la salud en la región, Etienne sostuvo que para la reconstrucción tras la pandemia los países deben trabajar en colaboración.
Según la directora de la OPS, los países han traducido la idea de la atención de salud universal en políticas prácticas a largo de la última década y trabajan juntos en una agenda sanitaria compartida para América y para los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Aclaró, sin embargo, que aunque esta colaboración ha tenido un impacto real en la reducción de las desigualdades, los países deben continuar con un espíritu solidario para abordar los desafíos actuales, entre los que resaltó nuevamente la caída de la cobertura de vacunación.
En su discurso, Etienne también enfatizó la labor de la OPS, que ha ampliado la cooperación técnica para aumentar la resiliencia de los sistemas de salud y la preparación para los desastres, lo que ha resultado decisivo en nuestras respuestas al Zika, la COVID y la viruela símica.
El ministro de Salud Pública de Paraguay, Julio Borba, que preside la Conferencia, abordó la problemática de la inequidad, evidenciada por la pandemia.
En la Conferencia de este año, los delegados discutirán sobre las emergencias de salud en curso, como la COVID-19 y la viruela símica, y revisarán las políticas y estrategias para reforzar la preparación de la región ante futuras emergencias, lo que incluye entre otras cosas, la acción regional para mejorar la vigilancia genómica, desarrollar fuerzas de trabajo de salud resilientes y mejorar los sistemas de regulación para facilitar la producción de tecnologías sanitarias, como las vacunas.
Además, se estudiarán cuestiones como la creciente carga de trastornos de salud mental, la atención integrada de salud y la lucha contra las enfermedades no transmisibles.
— NNN-TELESUR