SAN JUAN, 20 sep (NNN-CUBADEBATE) — Las zonas sur y suroeste de Puerto Rico recibieron el pasado domingo el impacto directo del huracán Fiona, cuyo ojo tocó tierra entre Lajas y Cabo Rojo, destruyendo estructuras con vientos en ráfaga de hasta 103 millas por hora y provocando inundaciones y deslizamientos de terreno por la acumulación de entre ocho y 13 pulgadas de lluvia, en lo que ya se perfila como una catástrofe de multimillonarias pérdidas.
Fiona, cuyos efectos se sintieron en todo Puerto Rico y auguran una larga recuperación, también causó un apagón general, deterioró las condiciones marítimas y dejó, al menos, 1.325 refugiados, una cifra que amenazaba con aumentar anoche.
Debido a la crecida de ríos, cientos de personas fueron desalojadas y rescatadas, tanto por la Guardia Nacional como por autoridades municipales, en pueblos como Caguas, Cayey, Maunabo, Yabucoa, Salinas, Guayama y Bayamón, entre otros.
En Utuado, familias quedaron incomunicadas por el colapso de dos puentes; y a través del país, decenas de carreteras permanecían intransitables por derrumbes y árboles y postes caídos.
Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés), el ojo de Fiona entró por Punta Tocón, a las 3:20 p.m., con vientos máximos sostenidos de 85 millas por hora. Fue el primer huracán en tocar suelo boricua desde María, cuyo quinto aniversario se cumple el martes.
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