WASHINGTON, 13 sep (NNN-AGENCIAS) — Entre el 90 y el 99% de la deforestación en las selvas tropicales del mundo, vitales en el secuestro de carbono y la contención del cambio climático, es causada directa o indirectamente por la agricultura, según un estudio cuyos resultados han sido publicados en la revista Science.
De acuerdo con la investigación, entre la mitad y los dos tercios se traducen en la expansión de la producción agrícola activa en las tierras deforestadas.
El estudio, que reúne a expertos mundiales en deforestación, señala que detener la deforestación requerirá un cambio de enfoque y medidas efectivas para abordar el papel que juega la agricultura en este fenómeno y lo que esa conexión implica para los esfuerzos actuales dirigidos a reducir la pérdida de bosques.
La agricultura es el principal motor de la deforestación tropical. El dato no es nuevo, pero ahora se conocen estimaciones sobre la cantidad de bosques que se han convertido en tierras agrícolas en los trópicos, un área que entre 2011 y 2015 variaba entre 4.3 a 9.6 millones de hectáreas al año.
Los resultados de la investigación precisan la cifra entre 6.4 y 8.8 millones de hectáreas al año.
“Nuestra revisión deja claro que entre el 90 y el 99% de toda la deforestación en los trópicos está impulsada directa o indirectamente por la agricultura”, dijo Florence Pendrill, autora principal del estudio, de la Universidad Chalmers de Tecnología, en Suecia.
Productos básicos como el arroz, el maíz o la yuca son responsables de la mayor parte de la deforestación vinculada a tierras productivas, mientras que más de la mitad está relacionada con pastos, soja y aceite de palma.
Según Pendrill, una parte comparativamente pequeña de la deforestación, entre el 45 y el 65%, tiene como resultado la expansión de la actual producción agrícola en las tierras deforestadas.
Ese descubrimiento –comentó– es de “profunda importancia para diseñar medidas eficaces que reduzcan la deforestación y promuevan el desarrollo rural sostenible”.
De acuerdo con el estudio, “una parte de esta discrepancia se debe probablemente a las áreas agrícolas no registradas y, además, una pequeña parte puede atribuirse a producciones no agrícolas como la minería y las explotaciones petrolíferas, cuyo efecto sobre la cubierta forestal es en gran medida indirecto”.
Patrick Meyfroidt, de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, apuntó que los bosques y otros ecosistemas se talan a menudo para la especulación con tierras, proyectos abandonados o mal concebidos, tierras que resultaron inadecuadas para el cultivo o por los incendios que se propagan a bosques aledaños a las zonas taladas.
El estudio muestra que, en América Latina, las mayores tasas de deforestación en el periodo 2011-2015 se registraron en Brasil, Paraguay, Argentina y Bolivia. Les siguieron la República Democrática del Congo, Angola, Madagascar y Mozambique en África, así como Indonesia, Malasia y Myanmar en Asia.
La nueva investigación llega tras la Declaración de Glasgow sobre los Bosques, adoptada en la COP26, y antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad, COP15, prevista para finales de este año.
Durante los primeros seis meses del 2022, la deforestación en la selva amazónica brasileña alcanzó un nuevo récord. Según la agencia nacional de investigación espacial, Inpe, fueron talados 3 988 km² de bosque.
La deforestación alcanzó una superficie cinco veces superior a la de la ciudad de Nueva York y representó un aumento de 10.6% respecto a los mismos meses de 2021, considerado el nivel más alto para ese periodo desde que la agencia lleva el registro.
La Amazonia es la selva tropical más grande del mundo y contiene enormes cantidades de carbono que se liberan cuando se destruyen los árboles, impulsando el calentamiento global.
— NNN-AGENCIAS