DAMASCO, 20 de agosto (NNN-HISPANTV) — Un dron turco atacó el viernes una instalación en la provincia de Al-Hasaka, en el noreste de Siria, dejando muertas a cuatro niñas e hiriendo a otras 17.
La información la facilitó la misma jornada el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), detallando que el avión no tripulado (dron) impactó contra un “centro de rehabilitación” de jóvenes en el pueblo de Shmoka, en el norte de la provincia de Al Hasaka.
A su vez, la denominada Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES, por sus siglas en inglés) —compuesta por los grupos separatistas kurdo-árabes, aliados de Estados Unidos y los países occidentales— alertó que la región había visto una “nueva escalada de agresión sistemática” por parte de las fuerzas turcas.
Además, el Ministerio de Defensa turco alegó que los integrantes de las llamadas Unidades de Protección Popular de Siria (YPG, por sus siglas en inglés) intentaron atacar a las tropas turcas en el norte de Siria, pero estas últimas reaccionaron y mataron a cinco miembros de la fuerza kurda.
Turquía continúa lanzando bombardeos contra Siria, en medio de amenazas de ampliar su invasión en Siria. Según explicó en su momento el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el objetivo principal de iniciar una nueva operación militar en Siria es expandir la zona de seguridad de 30 kilómetros, creada en octubre de 2019, tras una operación turca anterior en el norte del país árabe.
De hecho, Ankara aduce que sus misiones militares buscan “limpiar la zona de terroristas”, en alusión a las milicias kurdo-sirias, integradas por miembros de las YPG, a las que Ankara vincula con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo), el cual considera terrorista.
Damasco reprocha las pretensiones de Turquía de establecer una “zona segura” en el norte de país árabe y lo cataloga como un acto de agresión y actividad colonial.
— NNN-HISPANTV