BUENOS AIRES, 14 de abril (NNN-AGENCIAS) — La inflación en Argentina trepó al 6,7% mensual en marzo, el peor registro desde abril de 2002, cuando arreciaba la crisis del corralito, según datos proporcionados el miércoles por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
De esta manera, la inflación minorista acumuló una suba del 16,1% en el primer trimestre del año y del 55,1% en los últimos 12 meses.
Tres rubros lideraron la suba: Educación con un alza del 23,6%, por el incremento de las cuotas de los colegios privados; prendas de vestir y calzado, con un avance del 10,9% a raíz del cambio de temporada; y vivienda, agua, electricidad y gas, con un aumento de 7,7%, por el ajuste de tarifas.
Otro de los factores que sostienen esa suba es el elevado aumento de los alimentos y bebidas, de un 7,2%.
El incremento de los alimentos es el rubro más sensible por su impacto entre los más pobres. Ante esta situación, la conflictividad en la calle crece junto con la pérdida del poder de compra de la moneda local.
El mismo miércoles, organizaciones sociales no alineadas con el gobierno marcharon hacia la Plaza de Mayo y cortaron durante horas la 9 de Julio, la principal avenida de la ciudad de Buenos Aires.
El ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, ya había anticipado el lunes, en una entrevista que dio a un programa televisivo, que la inflación iba a superar el 6%.
Según Guzmán, “la inflación no se va a reducir (sólo) con políticas de precios” sino que “se ataca con política macroeconómica”.
Para ello “se necesita un programa económico que ya existe”, pero que “hace falta un apoyo político claro en lugar de llevar acciones que generan incertidumbre”.
El ministro aludió así a la disputa política que atraviesa a la coalición gobernante, cuyos protagonistas son justamente el presidente, Alberto Fernández, y la vicepresidenta, Cristina Fernández, con posiciones diferentes respecto de cómo enfrentar la inflación y las tratativas para pagar la deuda al Fondo Monetario Internacional (FMI).
El organismo financiero internacional someterá a Argentina a revisiones trimestrales del FMI, la primera el próximo mes próximo. El país necesita pasar la prueba para que lleguen los 4.100 millones de dólares del segundo desembolso previsto.
Cuando termine el acuerdo, dentro de 30 meses, Argentina habrá recibido 45.000 millones de dólares, que usará para cancelar dólar por dólar la deuda que asumió en 2018 el entonces presidente Mauricio Macri con el FMI. (ANSA).
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