NACIONES UNIDAS, 22 de marzo (NNN-UNIS) — Mientras el total de personas que se han visto obligadas a huir de sus ya supera los 10 millones, alrededor del 25% de la población, la ONU advirtió el lunes que la media de bombardeos rusos a las instalaciones sanitarias ya supera las dos al día.
“Seguimos profundamente preocupados por el impacto en los civiles atrapados en las ciudades del este, noreste y sur de Ucrania, entre ellas Chernihiv, Sumy, Kharkiv, Izyum, Donetsk, Mykolaiv y Mariupol”, declaró el lunes el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, durante su rueda de prensa diaria ante los medios de comunicación acreditados ante la sede de la ONU en Nueva York.
Las cifras registradas desde el 24 de febrero no engañan. Desde la fecha en que comenzó la invasión rusa a Ucrania más de 10 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en busca de seguridad, casi una cuarta parte de la población.
Estas cifras incluyen a unos 6,5 millones de hombres, mujeres y niños desplazados internamente, según los datos que maneja la Organización Internacional para las Migraciones, y a casi 3,5 millones de personas que han cruzado las fronteras internacionales de Ucrania como refugiados, de acuerdo con la información que posee la Agencia de la ONU para los refugiados.
Los datos de la Organización revelan que el 13,5% de los nuevos desplazados y ya tuvieron una experiencia previa de desplazamiento durante 2014 y 2015, cuando el ejército ruso se anexionó Crimea y respaldó a los militantes separatistas en las regiones orientales de Luhansk y Dontetsk.
“Muchos de los desplazados son especialmente vulnerables, mujeres embarazadas y lactantes, personas mayores, con discapacidades, enfermedades crónicas y personas directamente afectadas por la violencia”, destaca un comunicado de la OIM que indica que más del 60% de los responsables de cada familia están acompañados por niños, y más del 53% de los desplazados internos son mujeres.
Las necesidades más apremiantes son los medicamentos, los servicios sanitarios y los recursos financieros. Unos 186.000 de los desplazados son nacionales de terceros países.
“La magnitud del sufrimiento humano y del desplazamiento forzoso debido a la guerra supera con creces cualquier previsión del peor caso”, afirmó el director general de la Organización.
António Vitorino añadió que su máxima prioridad es “responder a las necesidades de los desplazados internos y desamparados en Ucrania” y que sus equipos prestaron ayuda de primera necesidad a miles de personas, “pero necesitamos que cesen las hostilidades para poder llegar a las personas en las zonas gravemente afectadas”.
Las organizaciones humanitarias también están preocupadas por el riesgo de trata y explotación sexual y la Organización Internacional para las Migraciones ha intensificado sus medidas de prevención contra ese flagelo facilitando información contrastada y segura a los refugiados y a los nacionales de terceros países que se desplazan.
La seguridad de los centros de salud fue otro de los puntos informativos que mencionó Dujarric. El vocero indicó que La Organización Mundial de la Salud consiguió verificar seis informes adicionales de ataques a instalaciones sanitarias en Ucrania el domingo.
“Hasta el 20 de marzo, la Organización Mundial de la Salud ha verificado 52 ataques contra la asistencia sanitaria en 25 días. La agencia señala que esta cifra supone más de dos ataques al día, y subraya que la situación es, por supuesto, inaceptable y que la atención sanitaria siempre debe estar protegida”, añadió el portavoz de la ONU.
Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos informó que ya ha proporcionado ayuda alimentaria a más de 330.000 personas afectadas por la crisis en Ucrania desde el inicio de la ofensiva rusa.
La entrega de alimentos a los socios cooperantes también se amplió y superó las 900 toneladas métricas durante los últimos días. En la sitiada Kharkiv, que sufrió enormes daños por el armamento pesado ruso, el Programa logró duplicar a través de sus socios la distribución de pan, llegando a casi 78 toneladas métricas para unas 260.000 personas.
En la capital, Kiev, y tras la entrega de 26 toneladas métricas de galletas de alto contenido energético, los socios del Programa han repartido unas 325 toneladas métricas de aceite vegetal y 478 de harina de trigo para unas 70.000 personas vulnerables, afirmó Dujarric. El portavoz también informó de la distribución de más de dos toneladas métricas de alimentos enlatados para las personas más vulnerables en Dnipró.
El personal técnico de la central nuclear ucraniana de Chernóbil, que estuvo trabajando ininterrumpidamente desde el inicio de la invasión, recibió finalmente el lunes la autorización de los militares rusos para regresar a casa. Un nuevo equipo de trabajadores ucranianos continuó las funciones.
El director del Organismo Internacional de Energía Atómica expresó el domingo su más profunda preocupación por el bienestar del personal que trabajó “en condiciones inmensamente estresantes y agotadoras, en presencia de fuerzas militares extranjeras y sin un descanso adecuado”.
El nuevo turno también procede de la ciudad de Slavutych, ubicada en el extremo norte de Ucrania, e incluye dos supervisores en lugar de uno como es habitual, para garantizar la disponibilidad de refuerzos en el recinto, según fuentes de la autoridad reguladora ucraniana.
Además, se acordó cómo organizar las futuras rotaciones de personal en la central nuclear, donde se encuentran varias instalaciones de gestión de residuos radiactivos.
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