NACIONES UNIDAS, 21 feb (NNN-UNIS) — Pese al acuerdo de paz firmado en octubre, continúa la violencia en el país africano, especialmente la ejercida contra las mujeres, en lo que podría constituir crímenes de guerra. También persiste la apropiación indebida de los recursos naturales, especialmente del petróleo.
En su tercer informe al Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, la Comisión concluyó que la violencia y los continuos abusos a los derechos humanos cometidos en el país africano, como el aumento durante el último año de los casos de violaciones y violencia sexual, pueden constituir crímenes de guerra.
La presidenta de la Comisión, Yasmin Sooka, señaló que algunos de estos asaltos responden a un patrón donde los combatientes asaltan aldeas, saquean los hogares, capturan a las mujeres para convertirlas en esclavas sexuales y luego prenden fuego a sus casas, a menudo con personas en el interior de ellas.
“Las violaciones, las violaciones en grupo, las mutilaciones sexuales, los secuestros y la esclavitud sexual, así como los asesinatos, se han convertido en algo habitual en el Sudán del Sur. No hay duda de que estos crímenes persisten debido a una arraigada impunidad que rompe con todo tipo de normas”, añadió.
Según los datos que maneja UNICEF el 25% de las víctimas de violencia sexual son menores. Los casos incluyen desde niñas de siete años hasta mujeres mayores y embarazadas. La Comisión también incluye en su informe casos de violencia sexual contra hombres y niños, aunque constata un menor volumen de denuncias, debido a una mayor estigmatización, aunque se vean envueltos jóvenes y ancianos.
La Comisión sobre los Derechos Humanos en Sudán del Sur instó este miércoles al Gobierno de Sudán del Sur y a todas las partes implicadas en la guerra civil en el país africano a respetar el cese de hostilidades y cumplir con el acuerdo de paz firmado el pasado mes de octubre.
El informe subraya que la paz sostenible requiere una búsqueda tangible y creíble de la rendición de cuentas y que la justicia repare las necesidades de los muchos miles de víctimas.
En este apartado se subraya la falta de progresos en el establecimiento de mecanismos de justicia transicional como la formación de una Corte Hibrida de Sudán del Sur, una Comisión para la Reconciliación y una Autoridad de Reparación y Compensación aprobados en el acuerdo de paz de 2015.
Igualmente, la Comisión destaca que cuando se aplique el programa de justicia transicional en Sudán del Sur se ha de considerar como partes interesadas y partícipes en la aplicación de esos mecanismos a las víctimas y las comunidades vulnerables, especialmente las mujeres y los desplazados internos y refugiados.
Otra de las cuestiones que constata el informe es el problema de la apropiación indebida de recursos naturales, especialmente del petróleo.
“Las zonas productoras de petróleo del país están cada vez más militarizadas por las fuerzas del Gobierno que han ampliado su participación en el sector petrolero”, apunta el informe. De igual modo, se destaca la falta de transparencia y supervisión de la compañía petrolera estatal Nilepet que supuestamente habría desviados fondos ‘a las arcas de las élites gubernamentales’”.
También se añade que tanto los ingresos procedentes del petróleo como el de otros recursos naturales, como la tala ilegal de árboles, se han usado para financiar la guerra en la nación africana.
La Comisión también examinó las siete denuncias de explotación y abuso sexuales que habrían cometido dieciocho integrantes del personal de mantenimiento de la paz de la Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) entre enero de 2018 y 2019
“Los casos fueron rápidamente investigados por la misión de la ONU en el país y resultaron en la repatriación de personal de mantenimiento de la paz implicados en actividades sexuales con mujeres en uno sitio de Protección de Civiles”, destaca el informe.
El Consejo de Derechos Humanos estableció la Comisión sobre los Derechos Humanos en Sudán del Sur en marzo de 2016 y prorrogó su mandato por dos años adicionales en marzo de 2017 y 2018.
Su objetivo es determinar y notificar los hechos y circunstancias de las presuntas violaciones, abusos y delitos relacionados con los derechos humanos en la nación africana.
Toda la violencia registrada desde 2013 en Sudán del Sur ha provocado un éxodo en el país. Más de un millón de sursudaneses han huído de la guerra y cruzado de forma masiva la frontera con Uganda y otros países vecinos, y se ha creado una grave situación humanitaria.
— NNN-UNIS
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