WASHINGTON, 15 de febrero (NNN-AGENCIAS) — El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, declaró emergencia pública nacional para poner fin a las protestas contra las restricciones anti-COVID-19 que paralizaron la capital y el tráfico comercial en la frontera con Estados Unidos.
La decisión, la primera de este tipo en medio siglo, le permite suspender temporalmente las libertades civiles para restablecer el orden público, por ejemplo, prohibiendo las reuniones públicas o restringiendo los viajes hacia o desde áreas específicas. Pero debe ser aprobado por el parlamento dentro de una semana.
La única vez que se recurrió a estos poderes fue durante el mandato del exprimer ministro Pierre Trudeau -padre del actual mandatario- durante la llamada “Crisis de Octubre” en 1970, cuando se produjeron los secuestros de un político canadiense y un diplomático británico por un grupo terrorista conocido como Frente de Liberación de Quebec.
Durante las dos guerras mundiales, también estos poderes fueron activados.
Las manifestaciones de camioneros contra la vacunación obligatoria para los trayectos transfronterizos, impuesta por el gobierno el pasado 15 de enero, paralizó además partes de la capital canadiense.
“Los bloqueos están lastimando nuestra economía y ponen en peligro la seguridad pública”, dijo Trudeau en una conferencia de prensa.
“No podemos permitir que estas peligrosas e ilegales actividades continúen”.
El autodenominado “Convoy de la libertad” provocó pérdidas millonarias a los dos países vecinos y afectó especialmente a la industria automotriz.
Las protestas comenzaron el pasado 29 de enero cuando centenares de transportistas condujeron a Ottawa para mostrar su rechazo a la vacunación obligatoria.
Otras capitales provinciales (como Quebec, Toronto o Winnipeg) se sumaron después con manifestaciones locales.
La capital, cuyo centro quedó paralizado por cientos de camiones, declaró el estado de emergencia el pasado 6 de febrero.
— NNN-AGENCIAS