BOGOTÁ, 28 de enero (NNN-AGENCIAS) — La seguridad de Colombia fue sacudida el jueves tras la incineración de dos vehículos de Naciones Unidas al sur del país y los ataques con explosivos a tres bases militares en el norte, que provocaron la muerte de un militar y heridas a 22 más.
El soldado muerto fue Faider Martínez, quien recibió el impacto de un explosivo lanzado en la madrugada contra la base del municipio de Chiriguaná, en el departamento del Cesar. Las esquirlas del artefacto hirieron a otro uniformado que fue trasladado a un centro médico.
En simultánea fue atacado con granadas el batallón de infantería 14 en Aguachica, también jurisdicción de Cesar, lo que causó heridas a 20 militares, dos de ellos de gravedad.
Mientras que en el batallón 15 ubicado en Ocaña, Norte de Santander, resultó herido otro soldado, luego que lanzaran un artefacto explosivo contra esa unidad.
El Ejército atribuyó los atentados al grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN), a quien el jueves el presidente, Iván Duque, le avisó que no le permitirá que siga intimidando al país.
“Ellos quieren jugar un papel en estas elecciones, bien sea para intimidar y para tratar de propiciar que el próximo gobierno llegue arrodillado adonde ellos. Eso no va a ocurrir”, advirtió el mandatario.
Duque volvió a exigirle a Cuba la extradición de los jefes de esa organización quienes integraban la delegación de paz que sostuvo diálogos con la administración de su antecesor, Juan Manual Santos, y que en este gobierno quedaron suspendidos tras el ataque con coche-bomba a la principal escuela de policía en 2019.
“También le hago la pregunta al gobierno cubano: ellos por qué guardan silencio cuando se adjudica el ELN estos hechos, sabiendo que varios integrantes del Comando Central están en La Habana. Guardar silencio frente a esto también es un gesto inamistoso con Colombia”, cuestionó Duque.
Al mediodía se supo que hombres armados detuvieron una caravana integrada por miembros de la Misión de Observación de Naciones Unidas, de la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y del Consejo Noruego para los Refugiados (CNR), bajaron a sus ocupantes y le perdieron fuego a dos de los tres vehículos.
Los hechos sucedieron en momentos en que el grupo humanitario se dirigía a la población rural de Guayabero, en el departamento de San José del Guaviare (sur).
Pese a la agresión nadie resultó herido, confirmó Naciones Unidas en un comunicado.
“La Misión de Verificación de la ONU reitera su preocupación por la persistencia de hechos de violencia en zonas priorizadas para la implementación del Acuerdo de Paz y condena cualquier intento de intimidación de los grupos armados ilegales contra el trabajo de la ONU y de las organizaciones humanitarias”.
Expresó en su mensaje la Misión, que depende directamente del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.
Por ahora se desconocen los autores del ataque, aunque el gobierno aseguró que los perpetradores serían disidentes de las FARC.
El consejero presidencial para la estabilización y la consolidación, Emilio Archila, condenó lo sucedido y manifestó la solidaridad del gobierno con la comitiva humanitaria.
En los 27 días de este año se han registrado una serie de actos violentos como la masacres ocurrida a inicios de enero cuando se hallaron cerca de 30 cuerpos en el departamento de Arauca (este), frontera con Venezuela, un hecho atribuido a una guerra que sostienen el ELN y disidentes de las FARC por el control territorial en ese paso limítrofe.
La semana anterior detonó un coche-bomba frente a una edificación en el municipio de Saravena, también en Arauca, en el que una persona murió y 20 más resultaron heridas, una acción que se atribuyeron los desertores del acuerdo de paz.
Hace un par de días se supo del asesinato de Albeiro Camayo, coordinador de la guardia indígena del Cauca (suroeste), al parecer a manos de disidentes de las FARC, que semanas atrás había acabado con la vida de un niño aborigen dedicado al cuidado de la naturaleza.
— NNN-AGENCIAS