JARTUM, 25 de enero (NNN-PRENSA LATINA) — Con la muerte el lunes de un manifestante en Jartum, la capital sudanesa, se elevó a 74 la cifra de fallecidos tras el golpe militar del 25 de octubre del año pasado.
El occiso, que no fue identificado, fue impactado en el pecho por un proyectil con munición real, de acuerdo con un reporte de un sindicato independiente de médicos opositor a la asonada encabezada por el general Abdel Fattah al Burhan.
Pese a la represión de las fuerzas de seguridad cientos de sudaneses intentaron llegar el lunes al palacio presidencial, donde se encuentra al Burhan, quien preside el Consejo Soberano de Transición, la máxima instancia hasta una eventual celebración de elecciones en 2023.
Los uniformados también lanzaron gases lacrimógenos y granadas aturdidoras contra los participantes en las protestas, que exigen la restitución de un gobierno civil y el retorno de los militares a los cuarteles.
Sudán vive una creciente inestabilidad política desde que el derrocamiento -en abril de 2019- del entonces presidente Omar al Bashir.
De hecho, hace una semana al Burhan creó un comité de investigación para evaluar los incidentes de la semana pasada, que también terminaron con un muerto que sufrió heridas de bala.
La crisis institucional en Sudán, de 43,5 millones de habitantes, se agravó a comienzos de enero cuando el primer ministro Abdallah Hamdok renunció al alegar dificultades para formar gobierno, de las cuales culpó a los militares.
Hamdok fue arrestado el 25 de octubre con el golpe y repuesto en el cargo casi un mes después tras el acuerdo político del 21 de noviembre del año pasado, cuando al Burhan presionado internacionalmente intentó dar legitimidad al Consejo con la instauración de un ejecutivo de tecnócratas.
— NNN-PRENSA LATINA
