GINEBRA, 24 de enero (NNN-AGENCIAS) — Este sistema suministra vacunas contra la COVID-19 a los países pobres, aspira a acabar con la pandemia este año garantizando no solo las dosis sino también su distribución e inyección.
Covax es un mecanismo creado, antes de que las vacunas estuvieran disponibles, por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Alianza para las Vacunas (Gavi), Unicef y la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias (CEPI).
Su objetivo es garantizar una distribución equitativa de las vacunas.
A mediados de enero entregó su dosis número mil millones, a la vez un logro y una decepción, porque la cifra es mucho menor de la prevista inicialmente.
“En 2022, podemos ayudar a detener la COVID-19 adaptando nuestra forma de trabajar, garantizando que las dosis se utilicen rápidamente, se inyecten de forma segura y respondan a las preferencias de los países y a sus objetivos de cobertura”, dijo Seth Berkley, jefe de la Alianza para las Vacunas, en un llamamiento a las donaciones el 19 de enero.
Covax ha sufrido obstáculos, como la estrategia de los países ricos de acaparar todas las dosis posibles, así como la larga prohibición de exportación desde India, donde se encontraba su principal fuente de suministro de vacunas. Por ello, tuvo que depender de las donaciones de los países ricos.
Pero esto también supuso problemas, porque las dosis estaban demasiado cerca de la fecha de caducidad y las entregas eran demasiado pequeñas o demasiado erráticas como para que las campañas de vacunación fueran eficaces.
Para este año, Covax necesita 5 200 millones de dólares en los próximos tres meses para financiar las dosis de 2022. Se necesitan 3 700 millones de dólares para financiar una reserva de 600 millones de dosis que garanticen un suministro sin problemas.
— NNN-AGENCIAS