PARÍS, 18 de enero (NNN-AGENCIAS) — El Parlamento francés dio el visto bueno a la aprobación del proyecto de ley del pase de vacunación. Este documento sustituirá al vigente pase sanitario y hará que los que todavía no estén inmunizados tengan más complicado poder disfrutar de actividades de ocio, sociales o culturales.
El mandatario francés y su Ejecutivo sacaron adelante este nuevo documento en medio de una oleada de casos que han registrado cifras récord en todo Francia por culpa de la variante ómicron del coronavirus y a pesar de las numerosas protestas que desde hace días han tomado las calles por parte de los colectivos antivacunas de la nación gala.
Macron y su Gobierno tienen la convicción de que la única forma de combatir la pandemia es con la vacunación masiva y quieren penalizar así a todos aquellos que no han querido inmunizarse todavía. El nuevo pase de vacunas sustituye al pase sanitario, que contemplaba la realización de una prueba de diagnóstico -PCR o de antígenos- en las últimas horas como válidas para gozar de ese pase.
Ahora la única opción válida será tener el número de dosis indicadas. Es decir, tres o dos y el documento que certifique haber superado la enfermedad en los últimos seis meses.
Aquellos que sigan sin querer vacunarse tendrán restringido su acceso a todo tipo de eventos culturales -como cines, teatros o conciertos-, bares y restaurante e incluso al transporte de media y larga distancia. Un golpe muy duro que prácticamente reduciría a cero su vida social o, sin lugar a duda, la dificultaría seriamente.
El ministro de Salud de la nación europea, Olivier Véran, se pronunció en Twitter al asegurar que “con el pase de vacunación, Francia dispone de una nueva herramienta para proteger a nuestros conciudadanos”.
También aumentan las sanciones a quienes sean descubiertos con un pasaporte de vacunas falso, que podrán ser condenados a un máximo de cinco años de cárcel y 75 000 euros de multa. Algunas de las personas que seguían sin vacunar habían utilizado esta maniobra, pero el riesgo ahora será extremadamente alto.
La variante ómicron ha causado hasta ahora más de 300 000 casos diarios en Francia y son las personas no vacunadas la gran mayoría de los enfermos graves en los hospitales, por lo que el Gobierno quiere que la reciente ley aprobada entre en vigor la próxima semana a fin de contribuir a contener la actual ola de la pandemia.
Según el diario Le Figaro, “a partir del 15 de enero, las personas mayores de 18 años que no hayan recibido un refuerzo de la vacuna siete meses después de su última inyección (dos dosis) o estén contagiados por la COVID-19 tendrán desactivado su pase sanitario”.
“Entre 500 000 y 700 000 franceses podrían verse afectados, según el ministro de Salud, Olivier Véran. A partir del 15 de febrero, este plazo se reducirá a cuatro meses. Esto complicará los viajes en Francia y ya no será posible tomar un tren de larga distancia, tomar un vuelo doméstico, visitar un museo, ir a un bar o a un restaurante”.
Hacer las cuentas de los días o meses se vuelve complicado, o al menos, ese es el sentimiento de muchos franceses que piensan viajar al extranjero y viceversa. En la Unión Europea, por ejemplo, a partir del 1 de febrero, la validez del certificado de vacunación quedará limitada a 270 días (nueve meses) tras un calendario de vacunación completo.
Según el diario francés, la Comisión Europea especifica que se trata de una duración máxima: algunos Estados pueden decidir reducirla aún más, como en Francia, por tanto, a partir del 15 de febrero serían cuatro meses en lugar de nueve.
— NNN-AGENCIAS