BEIRUT, 14 de enero (NNN-TELESUR) — Los sindicatos del transporte de Líbano exigen que el Gobierno subvencione los precios del combustible y proporcione asistencia en efectivo, y para ello el jueves protagonizan una jornada de huelga con la cual han bloqueado todas las carreteras que conducen a la capital, Beirut.
El propósito del denominado “Día de la ira” es presionar a las autoridades gubernamentales para que subsidien los precios del combustible y proporcionen una compensación financiera para ayudarlos a hacer frente a los crecientes gastos.
En septiembre pasado, el líder de los sindicatos de transporte terrestre, Bassam Tleis, dijo que el primer ministro Najib Mikati prometió que el Gobierno cumplirá con sus demandas y los compensará.
No obstante, el Gobierno de Mikati no ha podido implementar reformas financieras para desbloquear miles de millones de dólares que las potencias occidentales han puesto como condición como parte de la lo que llaman asistencia internacional.
Los conductores libaneses reclaman que se evite que la moneda local se dispare. De acuerdo con medios de prensa, la libra libanesa ha perdido alrededor del 95 por ciento de su valor en poco más de dos años a medida que continúa depreciándose rápidamente.
Los conductores de transporte público han tenido problemas especialmente para hacer frente a los crecientes costos del combustible, ya que el Banco Central continúa aumentando gradualmente los subsidios desde el verano pasado para racionar las menguantes reservas de divisas del país.
La inflación de alimentos en el Líbano se encuentra entre las más altas del mundo, superando el 557 por ciento a partir del otoño pasado, según el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.
Además, los cortes de energía desde el verano pasado han obligado a los hogares a pagar costos excesivos a los proveedores de generadores privados. — NNN-TELESUR