NUR-SULTÁN, 10 de enero (NNN-TELAM) — El Gobierno de Kazajistán elevó el domingo a 164 el número de personas muertas y a 5.800 el de detenidas desde el inicio de la ola protestas que degeneró en violencia y que forzó el envío de tropas por parte de una alianza militar encabezada por Rusia, y adelantó que el martes formalizará los cambios de ministros.
El Ministerio de Salud dijo que 103 de las 164 muertes ocurrieron en la ciudad de Almaty, la capital económica del país de Asia central, adonde se produjeron los hechos más violentos, incluyendo ataques a edificios de gobierno y saqueos. Hasta ahora, las autoridades habían informado de solo 26 manifestantes y 16 miembros de las fuerzas de seguridad muertos, así como más de 2.000 heridos.
También, la oficina del presidente Kasim-Jomart Tokayev dijo que unas 5.800 personas fueron detenidas en el marco de los disturbios, informó la agencia de noticias AFP.
En un comunicado, la oficina presidencial agregó que las fuerzas de seguridad restablecieron el orden y recuperaron el control de edificios de gobierno y de la administración pública que habían sido tomados por manifestantes.
Kazajistán, un país de 19 millones de habitantes rico en hidrocarburos, fue escenario esta semana de una serie de disturbios sin precedentes desde su independencia en 1989
La movilización empezó el domingo pasado en las provincias por el aumento del precio del gas, y se extendió a grandes ciudades, sobre todo a Almaty, donde estallaron los disturbios. La policía disparó con balas reales contra los manifestantes.
Según el Ministerio del Interior, citado por la prensa estatal, los daños materiales se evaluaron a cerca de 200 millones de dólares. Más de 100 comercios y bancos fueron saqueados y más de 400 vehículos destruidos, según la misma fuente.
“Actualmente, la situación está estabilizada en todas las regiones del país”, declaró el ministro del Interior, Erlan Turgumbáyev, que añadió, sin embargo, que “la operación antiterrorista continuaba para restablecer el orden el país”.
A solicitud de Tokayev, la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva, una alianza militar liderada por Rusia, envió unos 2.500 soldados a Kazajistán como fuerza de mantenimiento de la paz. Mientras, el vocero presidencial, Berik Uali, anunció que el martes se darán a conocer los cambios en el Ejecutivo, que debe ser remodelado por la renuncia en pleno del Gobierno.
Tokayev avanzó el domingo con el desmantelamiento del Comité de Seguridad Nacional, la agencia de Inteligencia del país, al disponer la destitución de otros dos vicepresidentes, después de ordenar detener por traición de su antiguo responsable, Karim Massimov.
Quienes fueron separados el domingo de sus cargos fueron Marat Osipov y Daulet Ergozhin, reemplazados por Bakytbek Koszhanov y Amerjanov Baymerdenovich, según un comunicado que recogió la agencia Sputnik.
Desde Washington, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, criticó la orden de disparar a matar del gobierno contra los manifestantes acusados de fomentar disturbios.
“Es algo que rechazo absolutamente. La orden de disparar a matar, así como está planteada, está mal y debe ser rescindida”, expresó Blinken en un ciclo entrevistas de la cadena ABC.
El diplomático manifestó que la administración de Joie Biden tiene “verdaderas preocupaciones sobre el estado de emergencia que se declaró en Kazajistán”, y reveló que habló el jueves con su homólogo, el ministro de Asuntos Exteriores Mukhtar Tileuberdi.
“Hemos sido claros en que esperamos que el gobierno kazajo trate a los manifestantes de una forma que respete sus derechos, y que al mismo tiempo se aleje de la violencia”, expresó Blinken. — NNN-TELAM