ROMA, 7 de enero (NNN-AGENCIAS) — Italia reportó más de 200 casos el jueves, una cifra que no se registraba ni siquiera en los períodos más oscuros de la pandemia y el jueves, por primera vez desde el inicio de la emergencia de COVID-19, hace casi dos años, se observa una escalada de contagios que están poniendo en peligro la estabilidad del sistema hospitalario.
Las salas ordinarias y las unidades de cuidados intensivos ya superan el umbral de alerta de las camas ocupadas por pacientes de COVID-19.
Y la situación en Regiones como Campania está empeorando rápidamente, tanto que existe el riesgo de tener que recurrir al “código negro”, el procedimiento por el que los médicos se ven obligados a elegir a quién tratar debido a la falta de lugares en las salas de reanimación.
Según el boletín del Ministerio de Salud, los positivos identificados con pruebas antigénicas y moleculares del miércoles al jueves son precisamente 219.441, aunque cabe señalar que más de 33.000 casos están vinculados a un recálculo de la Región Emilia-Romagna.
Las víctimas, en cambio, son 198, menos que el miércoles, cuando eran 231. Con 1.138.310 hisopados moleculares y antigénicos realizados, la tasa de positividad es del 19,28%, frente al 17,3% del día anterior.
Y hay 1.467 pacientes en cuidados intensivos, 39 más en 24 horas, mientras que los hospitalizados con síntomas en las salas ordinarias son 13.827 (+463).
Una tendencia de crecimiento confirmada también por los datos semanales fotografiados por el seguimiento de la Fundación Gimbe que, en la última semana, registró una explosión de nuevas casos de COVID-19 que sobrepasaron las 810.000, con un incremento del 153% respecto a aquella anterior.
Y en la semana del 29 de diciembre al 4 de enero, respecto a la anterior, también se registró un + 8,9% de muertes, que pasó de 1.012 a 1.102.
Gimbe incluso advirtió que la atención médica local se está volviendo “loca” -juzgando que las últimas medidas gubernamentales son “ineficaces y tardías”- y la presión sobre los hospitales continúa aumentando en 7 días, con +28% de hospitalizaciones con síntomas (de 10.089 a 12.912) y + 21,6% en cuidados intensivos (de 1.145 a 1.392).
La situación de los hospitales también parece crítica a partir de los datos publicados por la Agencia Nacional de Servicios Regionales de Salud (Agenas), que evidencia cómo a nivel nacional la tasa de ocupación de camas para pacientes de COVID-19 en las salas se eleva al 21% y, en 24 horas, está creciendo en 13 regiones, con Calabria alcanzando el 33% y Liguria el 32%, mientras que el Valle de Aosta está disminuyendo, pero aún se encuentra en el 45%.
Por otro lado, la ocupación de las salas de cuidados intensivos aumenta en 24 horas en 10 regiones, con Veneto llegando al 20%, Piamonte y Lazio al 19%. Crece, por tanto, la alerta, y la subsecretaria de Sanidad, Andrea Costa, estigmatiza cómo “tenemos que limitar absolutamente la presión sobre nuestros hospitales tanto como sea posible y está claro que los 5 millones de ciudadanos que aún no están vacunados son los que tienen más riesgo de hospitalización”.
Una instantánea de la gravedad de la situación proviene precisamente de Campania. La condición es “crítica, necesitamos ayuda ahora. Roma se decide por una medida drástica -es la alarma del presidente de la Orden de Doctores de Nápoles, Bruno Zuccarelli-. No nos pongan en condiciones de tener que aplicar el código negro”.
Y nuevamente en Nápoles, en el hospital de Cotugno, el jueves hubo un “asalto” a la sala de emergencias con autos y ambulancias alineados durante horas.
En este contexto, en los mapas actualizados del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (Ecdc), Italia aparece toda en rojo oscuro excepto Cerdeña, y las predicciones del matemático de la CNR Giovanni Sebastiani tampoco tranquilizan.
“Si continuase esta tendencia, en 40 días superaríamos el 30% de la ocupación en cuidados intensivos a nivel nacional y en un mes el 40% en salas ordinarias, mientras que para la incidencia nacional ya estamos en 1.640 casos por cada 100 mil habitantes.
Esto significa que los tres parámetros para el ingreso en la zona roja se superaría a nivel nacional en 30-40 días, pero obviamente podría haber diferencias entre las regiones individuales”, destacó Sebastiani.
Mientras tanto, concluyó Sebastiani, el viernes otras 4 Regiones podrían pasar a la franja amarilla (Abruzzo, Emilia-Romagna, Valle de Aosta y Toscana) y Liguria al naranja. — NNN-AGENCIAS
