CIUDAD DE MÉXICO, 4 de enero (NNN-AGENCIAS) — La venta de autos nuevos en México registró su caída más grande en 20 años en diciembre pasado, de acuerdo con un reporte de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), lo que disparó las alarmas por el impacto económico que tendrá en el país.
El sector automotriz brinda empleo directo a un millón de personas y a otro millón en forma indirecta y contribuye con el 18,9% del producto interno manufacturero y con el 4% del producto total, de acuerdo con cifras oficiales.
La AMIA indicó que el último mes del año se comercializaron 89.242 autos, una baja del 15,4% respecto al mismo mes del 2020, el año más influido por la pandemia, en el cual se perdieron 12 millones de empleos y el PIB cayó 8,3%, el nivel más alto desde 1931, tras la Gran Depresión.
Generalmente, diciembre es un mes de “vacas gordas” en ventas de vehículos nuevos, pues suelen rebasar las 100.000 unidades, concentrando entre el 10 y 11% de las ventas totales de cada año, pero esta vez las cosas fueron muy distintas.
Con este resultado, se calcula que las ventas totales de 2021 ronden el millón de unidades, un poco arriba del 2020, definido como “un año catastrófico” para este segmento económico, cuando se vendieron 949.353 vehículos, una caída del 28%, precisamente como secuela de la pandemia de COVID-19.
Los especialistas consideran que las bajas ventas se deben a los “paros técnicos” decretados por los principales fabricantes debido a la escasez de microprocesadores o “chips” por la alta demanda.
Las agencias distribuidoras dispusieron de muy limitados inventarios a pesar de que la demanda de los consumidores se mantuvo alta.
Como en toda crisis, los grandes ganadores en el sector han sido las plataformas de autos usados en línea, luego que la demanda de seminuevos creció un 25%, en los primeros meses del 2021, de acuerdo con Francisco Lecuona, director de GSA Leasing, que se dedica al arrendamiento automotriz.
El mercado de autos usados en México es de unos 11,5 millones, según la consultora J.D. Power, de las cuales 5 millones son acaparados por una nueva compañía llamada Kavak, que es considerada entre los expertos la “estrella ascendente” del segmento, junto con Mercado Libre, entre otras.
Según los entendidos, las plataformas en Internet cobran cada vez una relevancia cada vez mayor en este mercado, en el cual 90% de las transacciones son entre particulares.
Mercado Libre reportó en el segundo trimestre de 2021 un aumento en la demanda de autos seminuevos del 12% respecto al mismo periodo del 2020. La alta demanda de autos seminuevos ha empujado los precios, que se incrementaron el año pasado en 9%, por arriba de la inflación.
A causa de la escasez de semiconductores la producción de automóviles cayó un 20% el 2020 y en 2021 se estima que habría bajado un 5%, según la AMIA.
La crisis en el sector amenaza con agravarse ante la amenaza del gobierno de tomar revancha contra Estados Unidos si aprueba un plan del presidente Joe Biden de otorgar incentivos a los autos eléctricos.
Según esta medida, el gobierno estadounidense podría otorgar al menos 12.500 dólares a un consumidor estadounidense, de los cuales 4.500 se pagarán solo si los vehículos están ensamblados en fábricas de ese país con contratos colectivos de trabajo y otros 500 dólares si utilizan baterías con al menos un 50% de componentes nacionales.
En lo que va de año, México ha destinado 68% de su producción automovilística a su poderoso vecino del norte.
Si se aprueba en el Senado el subsidio, las exportaciones mexicanas de autos de combustión interna en su inmensa mayoría, se colocarían en situación tambaleante y podrían ahuyentar la inversión en autos eléctricos en México, pronosticó AMIA.
En cuanto a la falta de “chips”, el director general de AMIA, Fausto Cuevas, consideró que no existe una solución a la vista.
“Ya hay avances, pero esto no es cuestión de una semana o un mes. Se va a ir dando poco a poco”, señaló.
— NNN-AGENCIAS