PARÍS, 30 de diciembre (NNN-AGENCIAS) — Francia registró un nuevo récord de contagios de COVID-19 al superar por primera vez el umbral de los 200.000 casos diarios, según cifras dadas a conocer por el ministro de Salud, Olivier Véran.
Unos 208.000 casos se detectaron el miércoles en Francia, anunció el funcionario en una audiencia en el parlamento, informó la agencia de noticias AFP.
El martes las autoridades francesas de salud pública anunciaron casi 180.000 casos de coronavirus en 24 horas, lo que ya era un récord desde el inicio de la pandemia.
“Nos enfrentamos a dos enemigos”, dijo Véran en referencia a las variantes Delta y ómicron. “Teniendo en cuenta las cifras que estamos registrando en los últimos días, yo lo llamaría un maremoto”, aseguró.
Ante el aumento de las infecciones, “el 10% de la población francesa es contacto estrecho” y los que aún no se vacunaron tienen “pocas posibilidades de” librarse, apuntó el ministro.
Ante el aumento acelerado de casos, el Gobierno francés informó el miércoles que las discotecas permanecerán cerradas tres semanas más desde el 3 de enero.
El anuncio llegó horas antes de que el Parlamento francés empiece a debatir una nueva ley que requiere un “pasaporte de vacunación”, y ya no un test negativo, para acceder a restaurantes, cines, museos y otros lugares públicos en un intento por animar a la población a vacunarse contra la COVID-19.
Los cerca de 1.600 clubs nocturnos del país llevaban cerrados desde el 6 de diciembre por un periodo inicial de cuatro semanas coincidiendo con el periodo navideño, a fin de evitar la propagación del virus, cuya variante ómicron se ha revelado especialmente contagiosa.
Pero el martes, Francia registró 179.807 nuevos casos en 24 horas, un aumento exponencial frente a los 100.000 casos del sábado.
Enfrentado a esta disparada de casos, el Gobierno del presidente Emmanuel Macron anunció esta semana una serie de restricciones que entrarán en vigor la próxima, después del Año Nuevo, entre ellas que los grandes eventos se limitarán a 2.000 personas en lugares cerrados y 5.000 al aire libre.
También se prohibirá comer y beber en los teatros, en los recintos deportivos y en el transporte público; y trabajar desde casa será obligatorio al menos tres días a la semana siempre que sea posible.
Francia ya tiene una de las tasas de vacunación más altas del mundo. Anteriormente, el llamado “pasaporte sanitario” también podía obtenerse proporcionando una prueba de COVID-19 negativa reciente, incluso en ausencia de vacunación.
El ministro de Turismo, Jean-Baptiste Lemoyne, dijo a la radio France Inter que la decisión de prolongar el cierre de los locales nocturnos también fue tomada esta semana por el Gobierno, en su apuesta por frenar la propagación de ómicron.
Lemoyne aseguró que las empresas recibirán ayudas para compensar las pérdidas por el cierre en temporada festiva, informó la agencia de noticias francesa.
El ministro de Interior, Gerald Darmanin, animó esta semana a las autoridades locales a limitar las reuniones públicas y festejos el Año Nuevo, en particular imponiendo el uso obligatorio de tapabocas en exteriores y garantizando mediante presencia policial el cumplimiento de la prohibición de consumo público de alcohol durante la noche.
Francia, una de los países más afectados por la pandemia, acumula unas 123.000 muertes por COVID-19, entre más de 9,19 millones de contagios.
— NNN-AGENCIAS