RAMALA, 11 de diciembre (NNN-AGENCIAS) — Conforme al Ministerio de Salud palestino, el asesinado, denominado Yamil Abu Ayash, recibió un disparo en la cabeza y murió poco después de ser trasladado de urgencia a un hospital. La violencia del viernes de las tropas del régimen ocupante se ha saldado también con cuatro palestinos heridos; además, 50 manifestantes han sufrido asfixia por inhalación de gas lacrimógeno.
El ejército israelí ha afirmado que cientos de palestinos se habían reunido en el sur de la ciudad de Nablus, donde surgieron enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad del régimen, según la agencia británica de noticias Reuters.
“Los militares respondieron con medios de dispersión antidisturbios para restablecer el orden. Estamos al tanto de los informes de que un palestino fue asesinado”, ha afirmado el ejército israelí en un comunicado.
Los palestinos organizaron el viernes una protesta semanal en la aldea de Beita, en el sur de Nablus, para expresar su indignación por el establecimiento de un puesto de avanzada de colonos israelíes en la zona.
Los colonos acordaron abandonar dicho puesto de avanzada en julio en virtud de un acuerdo con el primer ministro israelí, Naftali Bennett, luego de semanas de manifestaciones de los palestinos.
Sin embargo, la mayoría de los edificios del puesto permanecen intactos y se encuentran bajo vigilancia militar. Los palestinos reclaman la tierra en la que se ubica el puesto de avanzada y han prometido continuar con sus manifestaciones.
La mayoría de los países consideran que los asentamientos son ilegales. Israel cuestiona esto, citando conexiones bíblicas y políticas con la tierra, así como sus necesidades de seguridad.
Más de 600 000 israelíes residen en más de 230 asentamientos construidos ilegalmente desde la ocupación de Cisjordania y el este de Al-Quds (Jerusalén) por Israel.
La mayoría de los países y organizaciones internacionales considera ilegales los asentamientos que Israel ha construido y sigue levantando en los territorios ocupados desde la guerra de los Seis Días en 1967. No obstante, el régimen de Tel Aviv hace caso omiso a las denuncias de la comunidad internacional y sigue con su plan expansionista.
— NNN-AGENCIAS