RÍO DE JANEIRO, 4 de septiembre (NNN-ANDINA) — Un grupo de investigadores brasileños que desarrolla una vacuna contra la COVID-19 en forma de espray nasal, de bajo costo y capaz de proteger contra las diversas variantes del coronavirus, consiguió resultados exitosos en los primeros experimentos del antígeno con animales.
“Las pruebas preliminares con dos dosis de prototipos del antígeno permitieron la generación de altas cantidades de anticuerpos neutralizadores en ratones de laboratorio”, informó el viernes la Fundación de Apoyo a la Investigación en el Estado de Sao Paulo (Fapesp), entidad pública que financia el proyecto.
La expectativa de los investigadores es recibir este mismo año la autorización para las pruebas clínicas (con humanos) del espray e iniciar las mismas a comienzos del 2022 para determinar tanto la seguridad como la eficacia del producto.
De acuerdo con los responsables por la vacuna, las principales ventajas del inmunizante en forma de espray son su fácil aplicación y la rapidez con la que puede generar inmunidad local en la nariz, en la orofaringe y en los pulmones, los órganos ideales a neutralizar para impedir la consolidación de una infección por el SARS-CoV-2.
Además, la posible vacuna brasileña en espray es de bajo costo, de protección prolongada incluso contra las diferentes variantes de COVID-19 y capaz de bloquear la acción del virus en la nariz, por donde comienza la infección.
La futura vacuna es objeto de un proyecto en el que participan investigadores de la Universidad de Sao Paulo (USP), la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp) y la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), mayor centro de investigación en salud de América Latina y dependiente del Ministerio de Salud.
“Las vacunas inyectables son muy buenas para inducir la inmunidad sistémica, incluso en los pulmones, pero no son especialmente buenas para generar una respuesta protectora en la región nasal y en la orofaringe”, explicó Edecio Cunha Neto, investigador de la USP y uno de los responsables por el proyecto.
“Las actuales vacunas son excelentes y fueron desarrolladas en tiempo récord, pero ahora necesitamos de un inmunizante de segunda generación capaz de resolver problemas que aparecen durante la inmunización y de servir como refuerzo a las inyectables”, agregó Cunha Neto.
Para desarrollar una vacuna capaz de proteger contra las diferentes variantes de COVID-19, los investigadores están trabajando con un antígeno que tiene como componente la proteína S (spike) de diferentes cepas ya identificadas.
Esta proteína es la que conecta el virus con las células humanas y la que más ha sufrido mutaciones y generado nuevas cepas.
El antígeno, según los investigadores, también contiene partes de las proteínas que estimulan la respuesta celular, lo que le permitirá una acción más duradera que la conseguida por los anticuerpos neutralizadores.
Según Cunha Neto, actualmente el equipo está probando 25 combinaciones diferentes de proteínas, que serán encapsuladas en nanopartículas de cerámica recubiertas por un polímero para garantizar la adhesión del inmunizante al ambiente nasal.
Según los investigadores brasileños, la vacuna resultante será estable en temperatura ambiente, por lo que no necesitará ser conservada en neveras especiales, además de segura, de bajo costo y con una tecnología que permite a Brasil dominar todo el proceso de fabricación y producirla en el país.
— NNN-ANDINA