BRASILIA, 25 de julio (NNN-AGENCIAS) — Miles de brasileños volvieron a salir a las calles en diferentes ciudades del país, para exigir la destitución del presidente Jair Bolsonaro, por su pésima gestión de la pandemia y los escándalos de corrupción en los que ha se visto involucrado.
Esta fue la cuarta jornada de movilizaciones antigubernamentales en Brasil, convocadas por partidos políticos, organizaciones sindicales y movimientos sociales. Como en ocasiones anteriores, la mayoría de las más de 400 marchas en los diferentes estados se desarrollaron de manera pacífica.
Entre las principales exigencias de los brasileños se encuentra el juicio político a Bolsonaro, ayudas de emergencia para los más pobres afectados por la pandemia y una mayor atención a los sectores de educación y salud.
Algunas personas, además, expresaron su rechazo contundente a la corrupción en el país y a la privatización de algunas empresas públicas como Eletrobras.
Los manifestantes, que en gran medida usaban mascarilla e intentaban respetar las medidas de seguridad por la pandemia, también pidieron mayor agilidad en la campaña de vacunación contra la COVID-19.
En São Paulo, se cerraron algunas vías como señal de protesta y un grupo prendió fuego a una estatua. Asimismo, en Río de Janeiro se registró una gran afluencia de gente en las calles portando carteles con escritos como “Gobierno genocida” y “Fuera Bolsonaro”. Un grupo llamado Bloque Democrático aseguró que la jornada era “un día para unir al país en defensa de la democracia”.
La popularidad del presidente brasileño se ha visto mermada en los últimos meses por su gestión de la pandemia, que ya ha dejado cerca de 550.000 fallecidos y 19,5 millones de contagios en el país. Una de las principales críticas contra el ultraderechista ha sido la tardanza en negociar y comprar los fármacos inmunizantes.
— NNN-AGENCIAS