PARÍS, 20 de julio (NNN-AGENCIAS) — Las autoridades francesas constatan que el país está atravesando la cuarta ola de la COVID-19, según lo declaró el lunes Gabriel Attal, portavoz del Gobierno francés.
Estamos empezando desde abajo, pero puede subir muy rápido y puede subir muy alto”, afirmó el alto funcionario tras una reunión gubernamental, informa Reuters.
Francia experimenta en los últimos días un repunte de casos de coronavirus, si bien el lunes contabilizó 4 151 nuevos contagios frente a 12 532 registrados la jornada anterior. En cuanto a la campaña de vacunación, el 67,9 % de la población adulta se inoculó con al menos una dosis de un fármaco anti-COVID-19, mientras que el 49,3 % de esta categoría ya completó su curso de inmunización, reporta Rt en español.
Durante su comparecencia, Attal dio a conocer los ajustes en el plan del Ejecutivo francés para combatir la propagación del virus, después de que miles de personas salieran a las calles la semana pasada para protestar contra las nuevas medidas sanitarias.
En particular, el vocero confirmó que a partir de agosto se introducirá un certificado para demostrar que el titular tiene una prueba de la COVID-19 negativa, está completamente vacunado o se recuperó recientemente de la enfermedad. Dicho documento se exigirá en diferentes establecimientos: bares, restaurantes, cafeterías y centros comerciales, salas de cine, entre otros.
Al mismo tiempo, el Gobierno anunció que multará con 1 500 euros a las empresas que no chequeen a sus clientes para comprobar si tienen dicho certificado sanitario, detalla Reuters. Las entidades que no cumplan con las normas en repetidas ocasiones serán sancionadas con cantidades mayores. Inicialmente, se prevé que el castigo sea de 45 000 euros. Dichas penas no serán aplicadas inmediatamente, ya que las autoridades quieren darle a la población un tiempo para adaptarse a nuevas reglas.
Además, los profesionales del sector sanitario deberán vacunarse antes del 15 de septiembre para poder seguir trabajando y recibiendo el salario.
Entretanto, el plan, que fue anunciado por primera vez por el presidente Emmanuel Macron, debe obtener el visto bueno del Parlamento.
— NNN-AGENCIAS