NACIONES UNIDAS, 24 de junio (NNN-UNIS) — La Asamblea General de las Naciones Unidas se pronunció una vez más el miércoles de forma abrumadora contra el bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba y exigió que se ponga fin a esas medidas coercitivas unilaterales.
La resolución de rechazo al embargo a Cuba obtuvo esta vez 184 votos a favor, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y tres abstenciones (Colombia, Brasil y Ucrania).
Con su voto del miércoles, Colombia y Brasil fracturaron por segunda vez la posición unánime de apoyo a Cuba de los países de América Latina y el Caribe. La primera fue cuando Colombia se abstuvo y Brasil votó en contra durante la sesión pasada sobre el tema, en noviembre de 2019.
La resolución A/75/L.97 se suma a las 28 que se han adoptado anualmente desde 1992, cuando la Asamblea General empezó a votar anualmente sobre la cuestión, con la única excepción de 2020 a causa de la pandemia de COVID-19.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, presente en la sala, afirmó en el debate que precedió la votación que el bloqueo es una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos del pueblo cubano y agregó que según la Convención de Ginebra de 1948, “constituye un acto de genocidio”.
Se trata, dijo, “de una guerra económica de alcance extraterritorial contra un país pequeño país ya afectado en el periodo reciente por la recesión y la crisis económica global provocadas por la pandemia, que nos ha privado de ingresos indispensables como los derivados del turismo”.
El canciller cubano preguntó qué les ocurriría a otras economías, incluso de países ricos, si se les sometiera a condiciones similares.
Precisó que, de abril de 2019 a diciembre de 2020, el bloqueo produjo daños por 9157 millones de dólares a precios corrientes y que en el último lustro las pérdidas superaron los 17.000 millones de dólares. Los daños acumulados en las seis décadas ascienden a 147.853 millones de dólares.
“El reclamo de Cuba es vivir sin bloqueo, que cese la persecución de nuestros lazos comerciales y financieros con el resto del mundo”, recalcó.
Rodríguez Parrilla aseveró que el bloqueo “es un acto políticamente motivado” descrito a la perfección “en el infame memorando” del Departamento de Estado estadounidense del 6 de abril de 1960 que llama a poner en práctica “todos los medios posibles para debilitar la vida económica, negándole a Cuba dinero y suministros” para provocar hambre y desesperación con el objetivo de derrotar al gobierno.
En este sentido, el diplomático acusó a Estados Unidos de querer provocar inestabilidad política y social en el contexto de las dificultades económicas causadas por su propia política de castigo al pueblo cubano.
No obstante, los intentos de mostrar un fracaso del sistema y de sostener que el bloqueo no es un factor significativo de las dificultades económicas del país no han funcionado sino que han tenido un efecto de aislamiento de Estados Unidos de la comunidad internacional, que pugna por el fin del embargo.
“Muchos alegan pragmáticamente, incluso dentro del gobierno estadounidense, que se debe poner fin al bloqueo porque es una política anacrónica e ineficaz que no ha logrado ni logrará su objetivo y ha terminado por desacreditar y aislar al propio Estados Unidos”, enfatizó.
Para concluir, Rodríguez Parrilla agradeció las muestras de solidaridad internacionales y aseguró que, “como el virus, el bloqueo asfixia y mata, y debe cesar”.
Antes de la votación, Rodney Hunter, coordinador político de la Misión de Estados Unidos ante la ONU anunció que su país se opondría a la resolución porque las sanciones buscan promover la democracia y el respeto a los derechos humanos en Cuba.
“Las sanciones son un conjunto de herramientas de nuestro esfuerzo más amplio para promover la democracia, promover el respeto por los derechos humanos y ayudar al pueblo cubano a ejercer las libertades fundamentales consagradas en la Declaración Universal de Derechos Humanos”, señaló.
Hunter reconoció los desafíos que enfrenta el pueblo cubano y añadió que por eso Estados Unidos provee al país caribeño suministros humanitarios, además de ser “uno de los principales socios comerciales de Cuba”.
“Cada año autorizamos miles de millones de dólares en exportaciones a Cuba, incluidos alimentos y otros productos agrícolas, medicinas, dispositivos médicos, equipos de telecomunicaciones, bienes de consumo y otros artículos para apoyar al pueblo cubano”, insistió.
Los representantes de los Estados integrantes de la Asamblea, al igual que los bloques de países, que tomaron la palabra durante la sesión reiteraron la urgencia de ponerle fin al embargo estadounidense a Cuba, particularmente en la emergencia que vive el mundo frente a la pandemia de COVID-19.
Del mismo modo, encomiaron la manera en que la isla caribeña ha sorteado la crisis sanitaria e, incluso, desarrollado vacunas contra el coronavirus.
Acabar con el bloqueo que Estados Unidos mantiene sobre Cuba es impostergable, fue la voz unísona, llamando a defender el multilateralismo y los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
— NNN-UNIS