KUALA LUMPUR, 23 de junio (NNN-BERNAMA) — “Cuba siempre ha estado dispuesta a colaborar con sus contrapartes malasias en el desarrollo de nuevos productos y medicamentos, y eso incluye las vacunas contra la COVID-19”, dijo su embajador en Malasia, Florentino Batista-González.
Dos de las vacunas cubanas contra el coronavirus, Soberana 2 y Abdala, que se utilizan actualmente para inocular a su población, han demostrado su eficacia, dijo.
El estado insular caribeño, que capitalizó su avanzada tecnología biotecnológica y farmacéutica, ha optado por no importar vacunas extranjeras contra el coronavirus, sino por depender de las suyas hasta ahora.
“Los resultados ya son claros, los casos se han reducido en un 50 por ciento en las áreas que se vacunan, y los pacientes críticos y las muertes también están en fuerte declive”, dijo en una entrevista con Bernama.
Cuba dijo el lunes que la vacuna Abdala de tres inyecciones en su ensayo clínico de última etapa había demostrado tener una efectividad del 92.28 por ciento contra el virus, mientras que Soberana también demostró tener una efectividad del 62 por ciento.
Además de Soberana 2 y Abdala, también hay otras tres vacunas candidatas: Soberana 01, Soberana Plus y Mambisa.
Las dos primeras, dijo Batista-González, se están utilizando en el tratamiento de pacientes convalecientes y en combinación con otras vacunas como estimulantes de la respuesta inmune, o para extender el período de protección sin la necesidad de un nuevo ciclo de vacunación.
Agregó que Mambisa, por su parte, es una vacuna nasal, única en su tipo según vacinestracker.org, y recibió permiso del organismo regulador en Cuba para someterse a ensayos clínicos.
Los resultados preliminares de Mambisa han mostrado efectos adversos mínimos, agregó.
Batista González dijo que, hasta el 17 de junio, más de cinco millones de cubanos habían recibido al menos una dosis de las vacunas y que para agosto se espera que más de ocho millones de personas hayan sido completamente vacunadas.
Cuba tiene una población de alrededor de 11 millones de personas.
Y aunque actualmente se enfrenta a una tercera ola con nuevos casos diarios con un promedio de más de 1,000 casos, las muertes por COVID-19 en Cuba siguen siendo una de las más bajas por población infectada.
“Eso se puede atribuir a un excepcional sistema de atención médica basado en la comunidad y a un protocolo de intervención médica que incluye medicamentos biotecnológicos avanzados que demostraron ser un activo importante para reducir las tasas de mortalidad de los pacientes infectados”, dijo.
Según datos de worldometers.info, Cuba registró un total de 169,365 casos de COVID-19 y 1,170 muertes hasta el 22 de junio.
Unos 159.775 pacientes también se han recuperado del virus.
— NNN-BERNAMA
Por Voon Miaw Ping
