ÁMSTERDAM, 12 de junio (NNN-PRENSA LATINA) — Como un acto de liberación ante la COVID-19, miles de personas dejaron al descubierto sus rostros luego de un año de uso obligatorio de las mascarillas, para sumarse el viernes a las primeras experiencias de conciertos multitudinarios sin restricciones.
En este contexto, Europa surgió como especie de laboratorio para los eventos de música como parte de los programas de investigación dirigidos a evaluar el comportamiento de los contagios en entornos controlados y ofrecer garantías para el regreso seguro a los encuentros de este tipo.
Así, Países Bajos elevó el límite de personas en estos recintos (mil 500), las ciudades francesas de Toulouse y Marsella desarrollan varios proyectos y Reino Unido albergó a cinco mil visitantes en la ciudad de Liverpool también el mes anterior.
Igualmente, China, Reino Unido, España y Estados Unidos sobresalen entre los aventurados en aglutinar a cientos de melómanos cerca de un escenario, lo cual significó el inicio de travesía hacia la normalidad de la industria del entretenimiento, al dejar un saldo ínfimo de cifras de positivos al virus SARS-CoV-2.
Precisamente, la nación asiática se ‘robó’ la arrancada con la celebración en agosto de 2020 de un festival acuático, que devino antesala del Strawberry Music Festival, desarrollado en la ciudad de Wuhan, punto de origen de la pandemia y el cual reunió el 1 y 2 de mayo pasado a cerca de 11 mil espectadores.
Nueva Zelanda no se quedó atrás y fue otra de las grandes revelaciones de la temporada sin mascarillas, cuando en abril de 2021 la agrupación Six60 cerró su gira con megaconcierto en el anfiteatro Eden Park.
Aunque en España todavía los cubrebocas constituyen un accesorio indispensable, la apuesta por grandes eventos encontró adeptos en marzo con la actuación de la banda Love of Lesbian ante cinco mil fanáticos en Barcelona, y el espectáculo del grupo Manel en la sala la Mirona de Salt, Girona, acogió a un millar de seguidores.
En ambos casos, tanto mascarilla como la aplicación del test de antígenos a todos los asistentes, hicieron acto de presencia, pero la oportunidad de disfrutar sin guardar las distancias constituyó un punto de inflexión en el calendario de la nueva normalidad.
Por su parte, Estados Unidos apuesta por una serie de festivales de verano que abrirán las puertas del sector a través de las citas habituales el Pitchfork Music Festival, de Chicago; el BottleRock Napa Valley, de California; el Governors Ball en Nueva York; el Moon Rive en Tennessee; y el Summerfest en Wisconsin.
— NNN-PRENSA LATINA
