LONDRES, 6 de junio (NNN-AGENCIAS) — El gobierno británico encabezado por Boris Johnson se orienta ahora a posponer en dos semanas el plazo de la última etapa de la hoja de ruta hacia la salida paulatina del Reino Unido de las restricciones contra la COVID-19, inicialmente prevista para el 21 de junio.
El periódico pro-conservador Daily Telegraph anticipa esto, esperando que la decisión sea formalizada por el primer ministro antes del 14 de junio.
Alarmado por el aumento de las infecciones alimentadas por la variante india del virus (rebautizada como variante Delta por la OMS) y advertido por expertos y consultores científicos, Johnson parece ahora convencido de la necesidad de tomarse más tiempo.
Y estaría dispuesto a evitar la apertura esperada para el 21 de junio, incluso a costa de desatar el descontento de una parte de la sociedad, del mundo económico o de su propia mayoría parlamentaria.
La idea sería aprovechar el retraso para una mayor aceleración en el frente vacunal, con la reducción del intervalo entre la primera dosis y el refuerzo aplicado en vez de 12 a 8 semanas de la primera dosis, algo ya implementado para los mayores de 50 años, incluso entre la banda de los cuarenta.
En total en el Reino Unido, el primer país del mundo en comenzar con la campaña de vacunación, se han administrado cerca de 67 millones de vacunas, incluidas aproximadamente 40 millones de primeras dosis y casi 27 millones de refuerzos (alrededor del 76 y el 51% de la población adulta total, respectivamente) a mayores de 16 años.
Pero la variante importada de la India, mientras tanto, ha provocado que las infecciones diarias se eleven por encima de los 6.000 frente a unos 800.000 hisopados de control, aunque con un aumento menor en las muertes y las admisiones hospitalarias, cifras que se mantienen aún en el mínimo europeo.
La variante del coronavirus identificada por primera vez en India ahora es dominante en el Reino Unido, escribió el sábado The Guardian.
Están surgiendo datos que sugieren que es sustancialmente más transmisible que la detectada por primera vez en Kent el año pasado, y puede aumentar el riesgo de ingresos hospitalarios y hace que las vacunas sean algo menos efectivas, particularmente después de la primera dosis.
Los datos recientes de Public Health England (PHE) muestran que después de una sola dosis de las vacunas Pfizer / BioNTech u Oxford / AstraZeneca hubo una reducción absoluta del 17% en la efectividad contra la enfermedad sintomática con Delta en comparación con la variante Alpha, pero solo una reducción modesta después de dos dosis.
Aunque los casos de la variante Delta están aumentando rápidamente en todo el país, las admisiones hospitalarias aún no han seguido su ejemplo, pero los científicos dicen que eso podría comenzar a cambiar si es tan infeccioso y dañino como sugieren los primeros datos, advierte el periódico.
Paul Hunter, profesor de medicina en la Universidad de East Anglia, dijo que los casos se daban predominantemente en grupos de edad más jóvenes que aún no habían sido vacunados, por lo que la implementación de la vacunación aún era clave.
“Sería inconcebible que, si los números de casos se disparan, no haya ningún impacto en las hospitalizaciones”, advirtió.
Según los documentos publicados por el Grupo Asesor Científico para Emergencias (SAGE), el modelado sugiere que una variante que escapa sustancialmente a la inmunidad o es altamente transmisible, más que la variante Alfa, podría conducir a una ola de infecciones potencialmente mayor que la observada en enero de 2021 si no se realizan intervenciones.
— NNN-AGENCIAS
