QUITO, 25 de mayo (NNN-AGENCIAS) — El empresario y político de centro-derecha Guillermo Lasso prestó juramento el lunes como presidente de Ecuador, bajo la mirada de sectores que prometieron apoyar lo positivo y oponerse a decisiones perjudiciales para la mayoría.
Bajo un protocolo de bioseguridad establecido para el acto, a fin de evitar contagios por la COVID-19, Lasso fue investido por la presidenta de la Asamblea Nacional (Parlamento), Guadalupe LLori, con la banda presidencial y la condecoración del Gran Collar de la Orden Nacional al Mérito, máximo galardón del Estado ecuatoriano.
‘Hoy debemos examinar si a lo largo de estos 200 años hemos hecho honor a aquellos patriotas que al morir en las faldas del Pichincha le dieron la vida a este país’, dijo Lasso en su intervención inicial, en la cual recordó la gesta histórica que permitió la independencia de Ecuador, el 24 de mayo de 1822.
El mandatario recalcó que el gobierno entrante recibe un país con históricos niveles de desempleo y marcado por su incapacidad para hacer frente a la pandemia de la COVID-19, con uno de los indicadores más altos en la región de desnutrición crónica infantil y lacerantes desigualdades entre lo rural y lo urbano.
Igualmente criticó las políticas aplicadas en la gestión antecesora en salud, educación y atención a los jubilados y afirmó que en su gobierno no habrá persecución política, práctica por la cual fue ampliamente criticado Lenín moreno, pues -dijo- comienza el camino del Ecuador del encuentro.
Asimismo, prometió un país más justo con las mujeres, responsable con la naturaleza, equitativo con los necesitados y enfatizó que ‘la política es un deseo fundamental de los ciudadanos por contribuir al bien común’.
También aludió a planes de crecimiento económico y justicia social como pilares de su administración, advirtió que estará abierto a tratados de libre comercio y liderará una movilización con el más grande despliegue logístico para garantizar la vacunación contra la COVID-19 de nueve millones de ciudadanos en los primeros 100 días.
Entre los invitados extranjeros estuvieron el rey de España, Felipe VI, así como los presidentes Jovenel Moise (Haití), Luis Rodolfo Abinader (República Dominicana) y Jair Bolsonaro (Brasil).
Asistieron además el vicemandatario de Paraguay, Hugo Velázquez, los cancilleres Andrés Allamand (Chile), Rogelio Mayta (Bolivia), Pedro Brolo (Guatemala), Francisco Bustillo (Uruguay) y la embajadora de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas, Linda Thomas, así como personal diplomático acreditado en Quito.
Guillermo Lasso fue electo presidente en segunda vuelta de comicios generales, el 11 de abril último, cuando obtuvo el 52,36 por ciento de los votos, contra todos los pronósticos, frente al 47,64 obtenido por Andrés Arauz, favorito para vencer en el balotaje, según la mayoría de las encuestas.
Ecuador deja atrás a Lenín Moreno, único presidente de ese país que declaró, públicamente, que merecía un mejor pueblo, y claro ese pueblo también merecía un mejor presidente, que ganó las elecciones y gobernó gracias al amparo de un partido al que luego traicionó, y terminó aliándose a los opositores de corte neoliberal, entregando al país al FMI y haciendo muy poco o nada, por batalla contra la COVID-19.
— NNN-AGENCIAS