UE rechaza liberar patentes y avala asistencia social

OPORTO, 9 de mayo (NNN-AGENCIAS) — “Ha llegado el momento, los países europeos están empezando a aceptar la idea” de una política común en materia de derechos sociales y trabajo”, afirmó el premier italiano Mario Draghi, a modo de síntesis del Vértice informal de la UE.

Foto: ANSA/Filippo Attili

Draghi está convencido de eso, después de los dos días en Oporto, en la cumbre informal de la Unión Europea.

La batalla ahora se puede ganar tanto por el duro golpe que la pandemia ha infligido a todas las economías del continente, como porque sin Brexit habría sido “imposible” superar el veto sobre la iniciativa que plantearía Gran Bretaña.

Por eso, a partir del Consejo Europeo de junio, Draghi pondrá sobre la mesa su propuesta de hacer estructural el fondo SURE, el Instrumento Europeo de Apoyo Temporal para Atenuar los Riesgos de Desempleo.

Pero no será una batalla fácil. Mark Rutte, primer ministro holandés, se coloca inmediatamente a la cabeza de los halcones del Norte. La posición holandesa no sorprende a la delegación italiana.

Es que Rutte, ya fue un hueso duro de roer para Italia en la mesa de negociaciones sobre el fondo de recuperación y líder del pragmatismo seco: “No lo discutimos”, deslizó cuando el primer ministro italiano habló de ello.

Pero entre los compañeros presentes (Rutte estuvo en la Cumbre conectado por videoconferencia) Draghi dijo que no fue el único en plantear el tema, mientras que el anfitrión, el portugués Antonio Costa, sigue presionando por el salario mínimo.

El primer ministro italiano pidió una prestación europea por desempleo como primer paso “hacia un mercado laboral común”, con movilidad entre diferentes países y más oportunidades para todos.

Juntos debemos mantener políticas fiscales expansivas “hasta que se consolide la recuperación”, argumentó. Fortalecer el Fondo de Recuperación y cómo reformar el Pacto de Estabilidad son temas de la difícil discusión que se abrirá en junio.

Los eurobonos, no es ningún misterio, son el lugar de aterrizaje de Draghi. Y aunque la declaración de la Cumbre de Oporto, que no es vinculante, parece trivial, el primer ministro insiste en su importancia: indica objetivos y parámetros que son la columna vertebral de una “coordinación” en el trabajo.

En otro frente, el de las vacunas, Europa parece estar recuperando cierta compasión. Y trata de reclamar su centralidad. “Somos la farmacia del mundo y abiertos al mundo”, afirmó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von Der Leyen, al dar luz verde a un contrato con Pfizer por 1.800 millones de dosis (900 millones garantizadas y 900 millones opcionales) entre el 2021 y 2023: un número al menos cuatro veces superior al de la población europea y ya diseñado para ayudar a los países necesitados, tanto es así que los estados podrán donar o revender parte de sus vacunas a un precio reducido.

Hasta ahora, la UE ha exportado doscientos millones de dosis: el 50% de su producción. Antes de discutir las patentes, Estados Unidos, así como Gran Bretaña, deberían “eliminar el bloqueo a sus exportaciones”, dijo Draghi, al unísono con la alemana Angela Merkel y el francés Emmanuel Macron.

También porque, según observa el primer ministro italiano, incluso una medida como la suspensión temporal de patentes por sí sola no sería suficiente para ayudar a los países donde millones de personas mueren de COVID debido a la falta de acceso a las vacunas.

Producir vacunas de forma segura es “muy, muy complejo”, debemos actuar en las cadenas de suministro incluso antes de las patentes, argumentó el italiano.

Aún no se comprende bien, dijo Draghi, cuál es la propuesta de Joe Biden en detalle. Charles Michel, presidente del Consejo Europea, explicó que se evaluará la cuestión cuando se presente concretamente a la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Merkel, también en conexión de video, reiteró su oposición a beneficiar a países como China al otorgar la nueva tecnología de vacunas mRna desarrollada por la germana BioNTech.

Por el contrario, sería “gracioso”, observa Draghi, pensar que el objetivo de Biden es frenar el avance de China y Rusia, que anunciaron cientos de millones de dosis, pero entregaron 40 millones y 6 millones respectivamente.

Más bien, en la mesa de Oporto hay quienes sospechan que Estados Unidos quiere contrarrestar “la fuerza de las exportaciones de la UE”.

Pero Draghi nos invita a ser pragmáticos: acelerar la vacunación y la producción en Europa “en transparencia” y “seguridad”, ayudando a los países más en dificultad (el programa Covax, señala, es “insuficiente”).

Entre esos países también se encuentra India, con el que Europa desbloquea negociaciones de libre comercio después de ocho años.

“No es un movimiento anti-chino”, asegura el primer ministro italiano. Pero, en tiempos de relaciones difíciles con Pekín, no es un hecho menor que la UE relanza sus relaciones con el gigante indio cercano a Pekín.
— NNN-AGENCIAS

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