HANÓI, 6 de mayo (NNN-PRENSA LATINA) — Cierre de escuelas y centros que prestan servicios no esenciales, suspensión de eventos y ampliación del período de cuarentena, son algunas de las medidas con que Vietnam intenta cortar una cuarta oleada de COVID-19.
Las regulaciones afectan a Hanoi y Ciudad Ho Chi Minh, las dos mayores urbes de la nación indochina, y a otras de la región norte.
El miércoles el ministro de Salud, Nguyen Thanh Long, anunció que quienes tuvieron contacto con casos positivos o recién ingresaron al país deben observar 21 días de cuarentena centralizada, en lugar de los 14 anteriores.
La decisión, dijo, se tomó tras consultar a epidemiólogos y virólogos a la luz de las nuevas variantes del virus (principalmente la aparecida en la India) que aconsejan revisar nuestros actuales procedimientos.
Paralelamente, el gobierno ordenó reforzar los controles en las fronteras y la comisión encargada de contener la pandemia instruyó a las zonas afectadas intensificar las labores de detección del mal y preparar instalaciones, equipos y materiales.
Aunque las estadísticas básicas de la enfermedad en Vietnam son muy bajas en comparación con las de otros países, ante cualquier asomo serio de rebrote las autoridades reactivan los mecanismos que ya la dieron probados resultados.
La cifra de decesos se mantiene en 35 desde el 3 de septiembre, lo que resulta en una tasa de 0,4 muertes por millón de personas, una de las más bajas entre los países que tienen más de 80 millones de habitantes. Todos los fallecidos, además, eran de la tercera edad y desde antes padecían de enfermedades subyacentes que impidieron su salvación.
El miércoles el Ministerio de Salud 26 nuevos casos, con lo que el acumulado llegó a tres mil 22, para una tasa también muy baja de 30 por millón de habitantes.
— NNN-PRENSA LATINA