SANTIAGO DE CHILE, 20 de abril (NNN-AGENCIAS) — Chile presentó el lunes una nueva especie de dinosaurio, perteneciente al grupo de los titanosaurios, pero que sería el más pequeños de estos animales herbívoros, cuadrúpedos, de cabeza pequeña y de cuello y cola larga.
Denominado Aurackar licanantay, es el tercer dinosaurio no aviar descrito en Chile, después de Atacamatitan chilensis y el Chilesaurus diegosuarezi.
El hallazgo de este fósil se realizó en los años 90, y estuvo a cargo del geólogo chileno Carlos Arévalo, quien excavó junto con personal del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) a 75 kilómetros al sur de la ciudad de Copiapó (800 kilómetros al norte de Santiago).
El estudio de estos restos fue realizado por otro equipo de paleontólogos, liderado por David Rubilar, lo que permitió identificar al ejemplar encontrado como una nueva especie y parte del esqueleto de otro titanosaurio el que todavía está sin identificar.
El Araukar licanantay “mediría seis metros de largo y habría vivido hace más de 66 millones de años. Chile en el extremo norte y sur tiene tesoros paleontológicos aún escondidos entre capas de muchos millones de años. Esos huesos pueden contar la historia de los animales y plantas que han vivido en nuestro país muchísimo antes que llegaran los primeros grupos humanos a nuestro país”, comentó el lunes la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés.
Este nuevo dinosaurio -presentado en un artículo publicado en la revista especializada Cretaceous Research- fue el resultado de un trabajo colaborativo entre el Museo Nacional de Historia Natural, la Red Paleontológica de la Universidad de Chile y el Laboratorio de Dinosaurios de la Universidad Nacional de Cuyo, Argentina.
Arackar licanantay (“osamentas atacameñas” en lengua kunza), habría correspondido a una especie de menor tamaño en relación con muchos titanosaurios.
Pero el ejemplar hallado es uno de los fósiles de titanosaurio más completo encontrado en el margen occidental de Sudamérica. Es un subadulto, se estima que puede haber llegado hasta ocho metros de largo.
Los restos corresponden a un fémur, un húmero, isquion y elementos vertebrales del cuello y dorso.
Su análisis reveló además varias características únicas, en especial aquellas de sus vértebras dorsales. Estas singularidades permiten diferenciarlo de otros animales del mismo grupo e identificarlo como una nueva especie.
David Rubilar, jefe del área de Paleontología del Museo Nacional de Historia Natural, recalcó la trascendencia del hallazgo pues el Arackar licanantay “corresponde al tercer dinosaurio no aviar descrito y reconocido para Chile, después de Atacamatitan chilensis y Chilesaurus diegosuarezi, lo que constituye un hito relevante para el patrimonio paleontológico chileno”.
Explicó que el grupo de los titanosaurios es muy amplio y diverso, con reiterados hallazgos en lo que hoy es Argentina y Brasil, sin embargo, “son mucho menos frecuentes en este lado de la cordillera, lo que hace del Arackar licanantay un hallazgo muy valioso”.
Otra particularidad tiene relación con la disposición de sus extremidades, detalló Alexander Vargas, director de la red Paleontológica de la Universidad de Chile.
“Una característica de muchos titanosaurios es que sus piernas estaban en un ángulo abierto. Nuestro dinosaurio no tiene ese ángulo, es bastante recto en comparación al fémur de otros titanosaurios.
Se conocen otros titanosaurios así, pero no es lo más común.
Uno de ellos es el Rapetosaurus, de Madagascar, y otro es el Atacamatitan de la Región de Antofagasta, el primer dinosaurio chileno.
Sería interesante explorar por qué justo los dos titanosaurios chilenos son así, podría haber alguna relación entre ellos o alguna particularidad biogeográfica”.
Los titanosaurios vivieron a lo largo del período Cretácico en prácticamente todo el mundo, incluida la Antártica, donde se han encontrado algunas vértebras.
Dentro de ellos, están algunos de los récords de tamaño de cualquier animal terrestre que haya vivido sobre el planeta. Uno de los más grande, a la fecha, es el Argentinosaurus, que vivió en la Patagonia argentina entre 97 y 93,5 millones de años atrás.
El tamaño estimado indica una longitud promedio de 33 metros y un peso cercano a las 73 toneladas, lo que lo sitúa entre los mayores dinosaurios conocidos (más de diez veces el peso de un Tyrannosaurus rex).
Bernardo González Riga, investigador del CONICET de Argentina y coautor del estudio del Arackar, agregó que “antes de la extinción de estos dinosaurios hace 66 millones de años, se registra una disminución del tamaño corporal en la mayoría de los titanosaurios, lo que coincide con cambios ambientales”.
Otra característica evolutiva es la progresiva reducción de las falanges de los dedos en sus patas traseras, y la completa desaparición de las mismas en las patas delanteras, condición que los hacía caminar sobre sus “nudillos” (metacarpianos).
El Arackar, en específico, se caracterizó además por tener espaldas más planas que otros titanosaurios, que -en general- exhiben una curvatura dorsal más pronunciada.
— NNN-AGENCIAS