JARTUM, 15 de abril (NNN-PRENSA LATINA) — El Movimiento de Liberación de Sudán (MLS), firmante del acuerdo de paz con el gobierno en 2020, pidió el miércoles el despliegue de una fuerza conjunta en la occidental región de Darfur para garantizar la seguridad.
El líder del MLS, Mustafa Nasr-Eddin Tambur, manifestó que la conformación del contingente unificado de 12 mil soldados, con el aporte de tropas gubernamentales y desmovilizados insurgentes, resultó contemplado en el suscrito Protocolo de Acuerdos de Seguridad.
Argumentó que el destacamento armado resulta necesario para la recogida de armas en Darfur, actualmente en poder de bandas y milicias insubordinadas, para de esa forma contener la violencia y proteger a los civiles, difundió la Agencia de Noticias Suna.
En diversas ocasiones, el gobierno de transición en Sudán alegó que el retraso en la conformación de una fuerza conjunta se debe a razones logísticas, en medio del deterioro de la actual situación económica en este país africano.
A la luz de la reciente ola de violencia en el estado de Darfur Occidental (oeste), el representante del MLS, una de las 14 facciones del Frente Revolucionario de Sudán, instó también a las autoridades nacionales, por otra parte, a cerrar las fronteras con estados vecinos como Chad y Libia, para evitar la entrada de armas.
Según la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas, enfrentamientos intercomunitarios en los últimos días en la ciudad de Al-Geneina, Darfur Occidental, provocaron el desplazamiento de mil 860 nativos, los cuales emigraron a Chad.
El Comité de Médicos de esa demarcación, comunicó además que los choques armados entre las tribus árabes nómadas y de la etnia Masalit, dejaron un saldo de 144 muertos y más de 230 heridos.
Con el objetivo de detener los actos de violencia en Darfur Occidental, recientemente el gobierno de transición de Sudán decretó el estado de emergencia, lo cual presupone un reforzamiento de la seguridad en la zona.
La región de Darfur, donde suelen ocurrir choques intercomunitarios, desde 2003 fue escenario de un conflicto armado entre fuerzas gubernamentales y alianzas de grupos rebeldes, que causó más de 300 mil muertes y desplazó a unos 2,5 millones de civiles, según datos de Naciones Unidas.
— NNN-PRENSA LATINA
