NUEVA DELHI, 6 de abril (NNN-AGENCIAS) — Los más de 100.000 nuevos casos del domingo al lunes, el dato más alto desde septiembre de 2020, aumentaron la preocupación por la pandemia en la India.
“Vacunar” es ahora el mantra del gobierno de Nueva Delhi.
Tras la difusión del dato récord, el premier Narendra Modi convocó a una reunión de los gobernadores e impulsó para dar nuevo empuje a la campaña de vacunación.
El país, que desde mediados de enero vacunó a más de 80 millones de personas, se propone alcanzar los 250 millones para julio.
Entretanto, desde el 1 de abril todas las personas mayores de 45 años pueden acceder a las inyecciones, mientras se rumorea que está por llegar la autorización, hasta ahora negada, para a vacuna Sputnik V, que será producida -como la de AstraZeneca- por el Serum Institute of India.
La India, el tercer país más afectado del mundo, en febrero se había ilusionado con haber alcanzado casi la inmunidad de rebaño: pero desde el comienzo de marzo llegó la ducha fría de la nueva suba de casos, que no se detienen.
Casi la mitad de los nuevos casos son en Maharashtra, el estado que tiene como capital Mumbai e incide un 15% en la economía nacional.
La capital financiera india creía que la COVID-19 estaba terminado: los habitantes llenan el transporte, hay bodas, conciertos y ceremonias religiosas, así como el Holi, la fiesta que los reunió por miles la semana pasada en Marine Drive.
Pero desde el lunes los más de 110 millones de habitantes del estado están nuevamente encerrados en sus casas, peor que hace un año: hasta fines de abril se reimpuso el toque de queda nocturno y la cuarentena en el fin de semana, mientras desde el lunes quedaron blindadas oficinas públicas, bares, restaurantes, teatros y lugares de culto.
— NNN-AGENCIAS
