EL CAIRO, 3 de marzo (NNN-PRENSA LATINA) — Egipto y Sudán reiteraron el martes su llamado a rubricar un trato de carácter vinculante sobre el llenado y funcionamiento de la gran presa etíope en el Nilo Azul, la mayor de su tipo en África.
Durante una conferencia de prensa en esta capital el canciller egipcio, Sameh Shoukry, y su homóloga sudanesa, Mariam Assadiq Al-Mahdi, insistieron en la necesidad de conseguir un pacto con tal característica y abogaron por mediación internacional a fin de agilizar las estancadas negociaciones trilaterales.
Dicho comité estaría integrado por representantes de la Unión Europea, Estados Unidos, la Organización de Naciones Unidas y la Unión Africana (UA), puntualizó el ministro de Relaciones Exteriores de Egipto.
Shoukry explicó que se trata de una idea propuesta por funcionarios sudaneses con el fin de destrabar los diálogos y solucionar la larga disputa, que dura una década.
El grupo -añadió- estaría liderado por el presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, quien asumió recientemente la dirección de la UA.
Tras fallidos intentos para llegar a un acuerdo en torno al llenado y operación de la represa, la Unión Africana logró sentar nuevamente a las partes a la mesa de conversaciones, en busca de un consenso final aún sin vislumbrarse.
Según expertos, negociar una vez en funcionamiento la megaobra, podría aumentar el riesgo de que se desate un conflicto por el agua del legendario río.
Egipto teme que la puesta en marcha de la presa limite el flujo de El Nilo, insuficiente ya para satisfacer las demandas de sus más de 101 millones de habitantes, y del que dependen para el consumo del líquido la agricultura, la generación de electricidad, el transporte fluvial e incluso el turismo.
Por ese motivo exige pautas para llenar el depósito y medidas encaminadas a mitigar efectos de sequías severas o prolongadas, postura con la que coincide Sudán.
Mientras Etiopía apuesta al colosal proyecto con el propósito de garantizar la distribución energética interna y exportar a otras regiones africanas, al tiempo que desestima las preocupaciones de El Cairo.
Addis Abeba esgrime que es su derecho explotar el recurso transfronterizo en beneficio del desarrollo propio y asegura que no ocasionará perjuicios a sus vecinos ribereños.
Llamado Blanco en ciertos tramos, El Nilo recibe en Sudán las aguas del Azul, nacido en Etiopía.
— NNN-PRENSA LATINA