NAIPYIDÓ, 2 de marzo (NNN-TELESUR) — Autoridades de Myanmar presentaron el lunes cargos por incitación contra Aung Suu Kyi y el expresidente Win Myint, quienes fueron detenidos tras el golpe de Estado perpetrado por el Ejército del país asiático el 1 de febrero, según reportan medios locales.
Los nuevos cargos fueron presentados en el marco de una videoconferencia de Suu Kyi en su comparecencia ante el tribunal que juzga su caso, sin que por el momento el Ejército haya esclarecido dónde se encuentra desde su detención.
Sus abogados resaltaron que Suu parece estar en “buen estado de salud” y han pedido durante la visita ver a su equipo legal, según recogen medios internacionales.
La visita tuvo lugar en medio de una nueva jornada de protestas en varios puntos del país. El abogado Khin Maung Zaw aseguró, previo a la comparecencia de Suu Kyi, que no había podido hablar con su defendida antes de la audiencia del lunes.
El jurista dijo que espera que el tribunal apruebe su estatus como su defensor. “Sería muy injusto para ella (…) no tener un abogado inmediatamente”, razonó.
Suu Kyi fue imputada en un primer momento por violar la Ley de Exportaciones e Importaciones a través de la adquisición de unos walkie-talkies, si bien posteriormente se le agregaron cargos por violaciones de las restricciones impuestas a causa de la pandemia de coronavirus.
La primera acusación se castiga con hasta 12 meses de cárcel y la segunda, basada en una carta con llamados a salir a la calle en protestas y distribuida en su nombre el día de su arresto, con hasta dos años de prisión y/o una multa. En total tiene cuatro cargos en su contra.
Por su parte, el Gobierno de Indonesia anunció que los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) celebrarán el martes una videoconferencia para discutir la crisis en Myanmar.
“La ministra de Exteriores (de Indonesia), Retno Marsudi, participará en la videoconferencia”, dijo el portavoz del ministerio de Exteriores del país, Teuku Faizasyá, según reportan agencias de noticias.
El golpe de Estado del 1ro de febrero tuvo lugar poco antes de que el nuevo parlamento tomara posesión. La Liga Nacional para la Democracia (NDL) de Suu Kyi se alzó con amplia mayoría en las elecciones de noviembre de 2020, a lo que un partido vinculado a las fuerzas armadas acusó de fraude.
Tras la acción golpista, una oleada de protestas ha estado presente en el país, no sin ser reprimida por las fuerzas de seguridad. El domingo murieron 18 personas en las movilizaciones, reportado como el día más sangriento desde el comienzo de las protestas contra el Ejército de Myanmar, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
El organismo señaló en un comunicado que cuenta con “información creíble” de que las fuerzas de seguridad birmanas han usado munición real contra los manifestantes en Rangún Dawei, Mandalay, Myeik, Bago y Pokokku, además de gases lacrimógenos y granadas de conmoción.
Por su parte, Naciones Unidas estima que más de 1.000 personas fueron arrestadas y detenidas arbitrariamente en el último mes, algunas de ellas siguen desaparecidas, en su mayoría sin ninguna protección legal.
La Asociación de Asistencia para Presos Políticos, un grupo de monitoreo, estima que al menos 30 personas han perdido la vida a manos de las fuerzas de seguridad desde el golpe de Estado del 1 de febrero.
“Condenamos con firmeza la escalada de violencia contra los manifestantes en Birmania y pedimos a los militares que dejen de usar inmediatamente la fuerza contra manifestantes pacíficos”, dijo Ravina Shamdasani, portavoz de la oficina de derechos humanos.
— NNN-TELESUR