ROMA, 17 de febrero (NNN-AGENCIAS) — El número de muertes por COVID-19 sigue aumentando y llegó a 2,5 millones en todo el mundo -sobre un total de más de 109 millones de casos desde el comienzo de la pandemia-, aunque los contagios parecen finalmente disminuir, incluso ante la propagación de las variantes consideradas más contagiosas.
Lo anunció el martes el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien en Twitter explicó que el número de casos nuevos ha disminuido a nivel mundial por quinta semana consecutiva y que, desde principios de año, el número semanal de infecciones se ha reducido casi a la mitad.
Los casos semanales, especificó el jefe de la OMS, pasaron de más de cinco millones en el período del 4 al 10 de enero a 2,6 millones entre el 8 y el 14 de febrero.
“Esto demuestra que las simples medidas de salud pública funcionan contra la COVID-19, incluso en presencia de las variantes”, comentó Tedros Adhanom Ghebreyesus en un tuit, advirtiendo, en ese sentido, que no deben cesar las medidas de precaución contra el coronavirus.
“Lo que importa ahora es cómo respondemos a esta tendencia.
El fuego no se apaga, pero hemos reducido su tamaño. Si dejamos de combatirlo en cualquier frente volverá rugiendo”, insistió.
A pesar de las alarmas por la propagación de variantes del virus, en particular las denominadas “inglesas” y “sudafricanas” que se están afianzando rápidamente, la ralentización de la infección también parece producirse en Europa.
Según el matemático Giovanni Sebastiani, del Instituto de Aplicaciones del Cálculo “Mauro Picone” del Consejo Nacional de Investigaciones (Cnr-Iac), “el pico de la segunda ola ha quedado atrás, con valores equivalentes a los del 17 de octubre de 2020”.
El análisis de los datos también indicó que el valor actual de la incidencia es igual al “54% del pico máximo jamás alcanzado, que a su vez supera en más de ocho veces el valor del pico de la primera ola”.
Pero este último dato, explicó el experto, “depende de que durante la primera ola se testeaba casi exclusivamente a los sintomáticos”.
Incluso en Europa, la situación debe seguir siendo “monitoreada localmente”, porque hay países donde “la curva de incidencia está creciendo considerablemente, como en algunos estados de la Península Balcánica, por ejemplo Albania y Grecia, e incluso en estados como Estonia.
Incluso en Estados Unidos, donde los investigadores evalúan la aparición de hasta siete nuevas variantes locales, la pandemia parece frenarse.
El pasado lunes, ese país registró el nivel más bajo de contagios desde principios de noviembre: sólo 52.685 nuevos casos de coronavirus, mientras que el promedio de la última semana está por debajo de los 90.000 infectados diarios.
Los científicos están divididos sobre los motivos del descenso, entre los que citan el aumento de las vacunas, el mayor respeto de las restricciones, la reducción de las pruebas, y la tendencia estacional de este tipo de virus.
Sin embargo, en ese país también sigue creciendo la variante inglesa más contagiosa, que, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se duplica cada diez días.
— NNN-AGENCIAS