MADRID, 30 de enero (NNN-TELESUR) — El Instituto Nacional de Estadísticas de España (INE) publicó el viernes un informe correspondiente al cuarto trimestre de 2020 en el que reveló una contracción de 11 puntos porcentuales del PIB con respecto al mismo período del año anterior.
España nunca había sufrido un desplome de esa magnitud desde que se comenzara a registrar esos datos. Cuando en el 2009 hubo una recesión global completa, la economía española solo se contrajo en un 3,8 por ciento. Los resultados actuales triplican esa cifra, lo que significa que el impacto del coronavirus en el tejido productivo del país ha sido grave.
Durante los seis años que duró la crisis anterior (2008 a 2013) se perdieron en total 9,1 puntos porcentuales del PIB, sin embargo, en 2020, se superó en un solo año aquella caída por casi dos puntos.
En la historia de la democracia española, esta ha sido la caída más dura y además, pone un freno a las cifras positivas que se venían mostrando de manera ininterrumpida durante seis años. La última contracción de la economía sucedió en 2013 con 1,4 por ciento de crecimiento y el año pasado avanzó discretamente en un 2 por ciento.
El equivalente en euros de la caída del PIB en 2020 se traduce en 112.000 millones, pues, como acotó el INE, “a precios corrientes en 2020, el PIB se sitúa en 1.119.976 millones de euros”, lo que representa un “10,0 por ciento menor al de 2019”.
Diferentes variaciones interanuales del PIB se detallaron en distintos ámbitos el informe del INE. El gasto en hogares calló en un 8,4 por ciento, mientras que la inversión lo hizo en un 14,3. Por otro lado las exportaciones sufrieron una caída de 20,6 puntos y las importaciones se redujeron en un 14,1 por ciento.
Otras cifras alarmantes son la industria con una reducción de un 4,3 por ciento, la construcción un 12,8 y los servicios un 9,8 por ciento global. El comercio, el transporte y la hostelería forman parte de esos servicios y juntos tuvieron una caída de un 20,4 por ciento y la contracción de un 34,5 pertenece a las actividades artísticas y recreativas, siendo del sector más perjudicado en la crisis.
La agricultura es de los pocos sectores económicos que tuvo un crecimiento durante la crisis sanitaria y además lo hizo con fuerzas. Sus réditos de productividad están en un 8,7 por ciento. Además, las actividades financieras y de seguros crecieron en 5,4 por ciento. Por último, creció en un 3,3 el apartado de administración pública, educación y sanidad.
Las causas de la debacle económica española apuntan a varios elementos. Entre ellos el confinamiento que trajo el consabido parón de la actividad. Al igual, los servicios de hostelería y turismo son de los que el tejido productivo depende en gran cantidad. Este sector implica interacción social constante, por ello se vio afectado durante la pandemia.
— NNN-TELESUR