ROMA, 17 de enero (NNN-AGENCIAS) — Italia elige “el camino de la extrema prudencia” y corta los enlaces aéreos con Brasil ante la nueva variante de COVID-19 detectada en el país sudamericano, que amenaza con ser aún más agresiva que la británica y la sudafricana.
“Es fundamental que nuestros científicos puedan estudiarlo en profundidad”, explicó el ministro de Salud italiano, Roberto Speranza, luego de firmar la ordenanza, vigente de momento hasta el 31 de enero.
La pandemia sigue afectando en y desde todas partes e Italia también mantiene la guardia alta. Preocupada también por la aparición de variantes del virus en otros países: el último, en orden cronológico, fue el detectado en Brasil, que ya golpeó fuerte en la Amazonía.
En los hospitales de esa región, el oxígeno no se encuentra por ningún lado y en estas horas lo busca desesperadamente por todo el país para salvar a 61 hospitalizados en cuidados intensivos en varios hospitales de la capital dela región, Manaos.
En este contexto, el gobierno italiano ha confirmado la línea de rigor adoptada hasta el momento. Y el ministro Speranza ordenó el “bloqueo de vuelos que salen de Brasil y la prohibición de entrada a Italia para quienes hayan pasado por ese país en los últimos 14 días”.
Para aquellos que ya están en Italia provenientes de Brasil será necesario reportarlos y someterse al hisopado. Los expertos podrán estudiar la variante, “mientras tanto elegimos el camino de la prudencia”, subrayó Speranza.
La agresividad de la variante del virus descubierta en Brasil ya había alarmado a Gran Bretaña, donde los expertos han hablado de dos mutaciones provenientes de ese país.
Tanto es así que el gobierno, ya lidiando con los daños causados ;;por la variante inglesa, ha ordenado la prohibición de entrada a todos aquellos que viajen desde Portugal (puerta de Europa a Brasil) y desde Sudamérica.
Sin embargo, la restricción de vuelos desde Londres puede no ser suficiente: según uno de los asesores científicos de Downing Street, el epidemiólogo Mattha Busby, es probable que la segunda variante brasileña ya esté presente en la isla, aunque aún no se ha detectado. Mientras que de la primera cepa brasileña hay unos diez casos.
En Portugal, la llegada de la variante desde Sudamérica podría tener consecuencias desastrosas, considerando que el sistema de salud ya está en crisis.
Los cuidados intensivos están casi colapsando, en Portugal con 638 personas en cuidados intensivos de las 672 plazas disponibles. Y según la asociación de administradores hospitalarios, el número de hospitalizaciones podría aumentar significativamente en la próxima semana.
En las últimas 24 horas, el país europeo, recién regresado al encierro, ha registrado el récord de contagios y víctimas.
En toda Europa, las restricciones estrictas siguen siendo la única arma disponible para los gobiernos, ya que las vacunas tardarán meses en cubrir una gran parte de la población.
Hungría, acusando a la UE de retrasar la aprobación de otros medicamentos, ha anunciado que ordenará un millón de dosis producidas en China.
La queja del nacionalista Viktor Orban puede leerse como un ataque más a Bruselas, pero también es cierto que cada dificultad en las vacunas se vive con ansiedad, no solo en Budapest.
Por ejemplo, fue suficiente que Pfizer anunciara una desaceleración en el suministro a los 27 miembros UE para provocar el pánico.
En Brasil, mientras tanto, el presidente Jair Bolsonaro volvió a terminar en la mira de la polémica, con el gobernador de San Pablo y su rival político, Joao Doria, quien calificó de “genocida” el manejo de la pandemia por parte de su gobierno nacional, también en referencia a desastrosa situación sanitaria en la Amazonía. (ANSA).
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